El gobierno de Donald Trump recontrató a casi 25 mil trabajadores que había despedido y anunció que las agencias federales están en proceso de reincorporarlos a todos.
Lo anterior, luego de que el juez James Bredar declaró el pasado 13 de marzo que los despidos masivos infringían la normativa de empleados federales. Por ello, ordenó su reingreso a la brevedad.
Los documentos presentados ante el juez tenían las declaraciones de funcionarios de 18 agencias; allí, señalaban que los trabajadores a prueba reincorporados estaban en situación de baja administrativa, al menos temporalmente.
Asimismo, las agencias señalaron que el gobierno había despedido a cientos de empleados. El Departamento del Tesoro despidió a unas 7 mil 600 personas; el Departamento de Agricultura a unas 5 mil 700; mientras que el Departamento de Salud y Servicios Humanos a más de 3 mil 200, según los documentos presentados.
Sentencia del juez, tras demanda de 19 estados
La sentencia del juez se produjo tras una demanda presentada por 19 estados liderados por demócratas y Washington. Y es que, señalaron, la medida provocaría un aumento de las solicitudes de subsidio de desempleo; también, una mayor demanda de los servicios sociales que prestan los estados.
La administración de Trump apeló la decisión del juez Bredar; pese a que horas antes un juez de San Francisco ordenó la reincorporación de los trabajadores a prueba de seis agencias.
En los documentos, los funcionarios afirmaron que o bien habían readmitido a todos los despedidos o estaban trabajando para hacerlo. Sin embargo, advirtieron que la reincorporación del gran número de trabajadores había impuesto cargas significativas y causado confusión y agitación.
Los funcionarios también señalaron que una sentencia del tribunal de apelación que revocara la orden de Bredar permitiría a las agencias volver a despedir a los trabajadores, sometiéndolos a múltiples cambios en su situación laboral en cuestión de semanas.
Bredar ha programado una vista para el 26 de marzo en la que se decidirá si mantiene su decisión a la espera del resultado de la demanda, cuya resolución podría tardar meses o más.