El tenista danés Holger Rune sorprendió este domingo al derrotar a Carlos Alcaraz en la final del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, con un marcador de 7-6(6), 6-2, logrando así su primer título en la capital catalana.

El partido se disputó en la pista central del Real Club de Tenis Barcelona y duró una hora y 40 minutos, dejando a Rune como el primer tenista danés en alzar este trofeo.

Rune, dominante de principio a fin

Pese a un arranque sólido de Alcaraz, que rompió el saque de Rune y se adelantó 3-2, el danés mantuvo la calma y aprovechó errores no forzados del español para recuperar terreno. El primer set se definió en un tie-break muy ajustado que Rune se llevó con precisión y mentalidad fría.

En el segundo parcial, el número 13 del mundo elevó aún más su nivel. Aunque Alcaraz logró mantener su servicio inicial, una molestia en el muslo frenó su ritmo competitivo. Desde ese momento, Rune dominó por completo el partido.

El físico le jugó una mala pasada a Alcaraz

Con el marcador 2-1 a su favor en el segundo set, Alcaraz solicitó atención médica y, al regresar, ya no mostró su habitual intensidad. Rune quebró su saque en el quinto juego y repitió la fórmula poco después, sellando el triunfo con un contundente 6-2.

El murciano, bicampeón del Godó, se mostró frustrado y sin respuestas ante la solidez del danés, quien respondió cada ataque con precisión y potencia, tanto de derecha como de revés.

Rune entra al top 10 y frena a Alcaraz

Con este triunfo, Holger Rune suma su quinto título profesional, el tercero sobre tierra batida, y regresa al top 10 del ranking ATP. Además, rompió una racha de 14 victorias consecutivas de Alcaraz en el Barcelona Open y evitó que el español alcanzara su título número 19.

Por su parte, Alcaraz también cederá el puesto número 2 del mundo a Alexander Zverev, quien se coronó en Múnich este mismo fin de semana.

Rune se consagra como rival generacional

Rune no solo ganó un título importante, sino que envió un mensaje claro a la nueva generación del tenis. Con solo 21 años, al igual que Alcaraz, el danés demostró carácter, estrategia y resistencia física en una superficie que favorece al español.