La artista reflexionó sobre su infancia en la industria del entretenimiento y las barreras invisibles que enfrentó, en contraste con sus compañeros varones, quienes eran invitados a eventos prestigiosos como los Grammy, donde actuaron con Stevie Wonder y fueron nominados a Mejor Artista Nuevo.

“Eran varones, y era así”

Según Cyrus, la disparidad era evidente: mientras ella encabezaba un fenómeno televisivo global, Disney priorizaba la visibilidad de figuras masculinas. La cantante señaló que aunque trabajaba igual o más que ellos, no recibía el mismo nivel de reconocimiento institucional.

Miley también habló del peso de encarnar un personaje como Hannah Montana; que implicaba proyectar una imagen idealizada de estrella pop femenina. En su relato; esto contrastaba con la libertad y el prestigio que parecían tener sus colegas varones en la misma industria.

Reflexiones sobre maternidad y crecimiento

Además de abordar la desigualdad de género; la artista compartió sus pensamientos sobre la maternidad; la fama infantil y su relación con sus padres. Mostró una mirada introspectiva y crítica sobre cómo su experiencia personal moldeó su vida adulta y su identidad artística actual.

Cyrus ha adoptado un tono más reflexivo en sus declaraciones públicas recientes; distanciándose de la narrativa escandalosa del pasado para enfocarse en procesos de sanación, reivindicación y honestidad emocional.

Las palabras de Miley Cyrus abren nuevamente el debate sobre el trato diferenciado que enfrentan las mujeres en el entretenimiento juvenil. Su testimonio invita a cuestionar estructuras que aún hoy perpetúan desigualdades dentro de la industria.