El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó sus críticas contra Barack Obama y lo acusó de encabezar una conspiración “sediciosa” y traición para socavar su triunfo en 2016; ante ello, el exmandatario emitió un comunicado donde calificó los señalamientos como “afirmaciones ridículas”.
Fue el martes cuando el republicano afirmó que su equipo tiene “pruebas irrefutables” contra Obama. Incluso afirmó que no se trató de un grupo consipirador, sino del mismo expresidente.
Durante una reunión en la Oficina Oval, Trump vinculó estas acusaciones con el caso Epstein; al respecto, acusó a los demócratas de intentar desviar la atención pública.
Sostuvo que el supuesto complot orquestado por Obama y Hillary Clinton era la “verdadera cacería de brujas” y denunció filtraciones clasificadas deliberadas, calificando de “criminal” su manipulación.
Desclasifican presuntos documentos contra Obama
En apoyo al magnate, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, desclasificó correos y documentos que, según ella, evidencian una “conspiración traicionera” por parte de funcionarios de la administración Obama —incluidos James Clapper y John Brennan— para fabricar una narrativa sobre la intervención rusa que justificara un “golpe de Estado prolongado” contra Trump.
En ese sentido, la funcionaria anunció que entregará todo el material al Departamento de Justicia para que proceda legalmente
Simultáneamente, medios internaciones informaron que el FBI reabrió investigaciones por posibles declaraciones falsas al Congreso contra James Comey y John Brennan, aunque no está claro aún si ello llevará a cargos penales. Trump calificó a ambos como “muy deshonestos” y pidió que rindan cuentas
En reacción, la oficina de Obama emitió un comunicado condenando las acusaciones como “un débil intento de desviar la atención”.
Finalmente, aseguró que no responderían normalmente a “tonterías y desinformación”; pero consideraron el tono “lo suficientemente indignante como para merecer una respuesta”.
