La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó este jueves una reforma constitucional que habilita la reelección indefinida del presidente de la República, extiende el mandato presidencial de cinco a seis años y elimina la segunda vuelta electoral en los comicios presidenciales.
La medida fue impulsada por el partido oficialista Nuevas Ideas, liderado por el presidente Nayib Bukele, y respaldada por sus partidos aliados. El proyecto obtuvo 57 votos a favor de un total de 60 diputados en el Parlamento unicameral. La reforma modifica los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Constitución salvadoreña.
Reelección sin restricciones y eliminación de segunda vuelta
Uno de los cambios centrales es la eliminación de la restricción constitucional que impedía la reelección inmediata del presidente, lo cual abre la puerta para que Bukele pueda aspirar a un nuevo mandato en las elecciones de 2027, incluso cuando su actual periodo concluiría en 2029.
Asimismo, se elimina la obligación de realizar una segunda vuelta electoral si ningún candidato alcanza la mayoría absoluta, lo que podría beneficiar al oficialismo en futuros comicios.
Reacciones encontradas
Durante el debate legislativo, la diputada oficialista Ana Figueroa defendió la reforma argumentando que la reelección ya es posible para otros cargos: “Los alcaldes se pueden reelegir cuantas veces ellos quieran, los diputados también. ¿Por qué no el presidente? Esto es darle poder total al pueblo salvadoreño”.
En contraste, la diputada Marcela Villatoro, del partido opositor ARENA, calificó la medida como inconstitucional: “Hoy ha muerto la democracia en El Salvador. Esta reforma fue aprobada sin consulta, de forma burda y cínica”. Villatoro denunció una concentración del poder en la figura del presidente: “Se quitaron las máscaras”.
Aún requiere segunda aprobación
Aunque ya fue aprobada por la actual legislatura, la reforma aún necesita una segunda votación en la próxima Asamblea Legislativa, tal como lo establece el procedimiento constitucional salvadoreño. Dado que el oficialismo domina ampliamente el Congreso, se prevé que la ratificación ocurra sin mayores obstáculos.
Contexto político: concentración de poder
Esta aprobación se da en un contexto de fuerte concentración del poder político en manos del Ejecutivo. Desde 2019, Bukele ha promovido cambios judiciales y electorales que han sido criticados por organizaciones de derechos humanos y observadores internacionales. En 2021, una Sala de lo Constitucional, reconfigurada por el oficialismo, ya había habilitado la reelección inmediata, revirtiendo criterios anteriores.
Ese mismo jueves, el Congreso también se disponía a debatir una nueva prórroga del régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022 como parte de la lucha contra las pandillas. De aprobarse, sería la 41.ª extensión consecutiva.
Bukele responde a las críticas
Ante las críticas por un posible debilitamiento institucional, el presidente Bukele respondió: “Me tiene sin cuidado que me llamen dictador”. En una intervención reciente, cuestionó el uso de conceptos como “democracia” o “Estado de derecho”, señalando que “son términos que solo se usan para tenernos sometidos”.
Con esta reforma constitucional, el oficialismo consolida un cambio profundo en la estructura política salvadoreña, institucionalizando la posibilidad de reelección presidencial indefinida y reorganizando el calendario electoral del país.