La artista visual Claudia Rodríguez realiza un proyecto artístico en Guadalajara que busca visibilizar la crisis de desapariciones en México. A través de esculturas hechas con prendas de vestir, la creadora mexicana replica ropa similar a la encontrada en el Rancho Izaguirre, lugar señalado como presunto campo de reclutamiento del crimen organizado.

Esta intervención artística, titulada Ceguera voluntaria, forma parte de una residencia en el Museo de las Artes (MUSA), donde durante dos meses Rodríguez trabajará junto a colectivos de búsqueda para crear piezas elaboradas en yeso, cemento y barro. El objetivo: convertir camisetas, pantalones, cinturones y zapatos en símbolos de memoria.

El arte como forma de denuncia

La idea surgió tras el hallazgo, en marzo pasado, del Rancho Izaguirre por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. Allí se encontraron más de 200 prendas que podrían haber pertenecido a personas desaparecidas. Aunque en un principio se habló de un «campo de exterminio», el gobierno federal confirmó después que se trataba de un centro de reclutamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Prendas convertidas en símbolos

Para la artista, llevar estas prendas al museo es una forma de materializar la memoria colectiva. La instalación busca acumular esculturas de ropa como reflejo de las cifras de personas desaparecidas en México, que ya superan las 130 mil, según registros oficiales.

Identidad que no se borra

Más que un acto artístico, Ceguera voluntaria lanza una crítica social. Su autora plantea que las personas desaparecidas no deben reducirse a cifras ni quedar atrapadas en estadísticas; busca provocar una reflexión profunda sobre cómo el dolor se normaliza y cómo la sociedad pierde sensibilidad ante una tragedia que ya se volvió cotidiana.