El primer ministro canadiense, Mark Carney, informó que Canadá eliminará a partir del 1 de septiembre algunos aranceles punitivos aplicados a productos estadounidenses. Esta decisión responde a la intención de facilitar un acuerdo comercial con el gobierno de Donald Trump, tras las medidas arancelarias impuestas por EE. UU. a principios de 2025.
La eliminación se centrará en bienes estadounidenses específicamente cubiertos por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Carney aclaró que esta medida no implica una rendición ante las presiones de Trump, sino un compromiso con el tratado y la búsqueda de un comercio bilateral más equilibrado.
Aranceles y sectores estratégicos: una estrategia gradual
Aunque Canadá suprimirá algunos gravámenes, mantendrá aranceles sobre productos como acero, aluminio y automóviles. El primer ministro destacó que estos sectores estratégicos requieren negociaciones más profundas para resolver diferencias con Estados Unidos.
Carney, economista y exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, señaló que la política comercial estadounidense actual obliga a otros países a «comprar» acceso a su mercado a través de aranceles, inversiones y reformas internas. Este nuevo enfoque tiene como objetivo proteger industrias y fomentar la inversión dentro de EE. UU.
El T-MEC como pilar del comercio bilateral
El primer ministro afirmó que, a pesar de las tensiones, Canadá mantiene el mejor acuerdo comercial con Estados Unidos. Según Carney, el tipo arancelario efectivo de EE. UU. sobre productos canadienses es de solo 5.6 por ciento, muy por debajo del promedio global del 16 por ciento. Además, más del 85 por ciento del comercio bilateral está libre de aranceles.
Canadá prepara ya las negociaciones para la revisión del T-MEC en 2026, con consultas que iniciarán próximamente para evaluar las prioridades canadienses en un entorno comercial global cambiante.
Colaboración futura y retos comerciales
Ambos países buscan intensificar el diálogo para superar desafíos en sectores estratégicos y aprovechar oportunidades en comercio, inversión y seguridad. La revisión del T-MEC será fundamental para fortalecer la relación económica y adaptarse a las nuevas dinámicas globales.