La Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (ICMP), con sede en La Haya, declaró estar lista para apoyar a México en la localización de más de 110 mil personas desaparecidas, un problema que afecta a miles de familias en todo el país.

El organismo internacional señaló que su colaboración dependerá de la invitación de las autoridades mexicanas y subrayó que el proceso debe ser sostenible, eficaz y centrado en las víctimas, con base en la ciencia forense y la voluntad política.

La ICMP explicó que, cuando el número de desaparecidos rebasa la capacidad de un Estado, es necesario implementar un proceso coordinado y científico. Esto incluye la recolección de muestras de ADN de familiares, el análisis de restos humanos no identificados y la creación de un sistema centralizado de datos para garantizar transparencia y eficiencia.

El organismo recordó casos de éxito como el de los Balcanes Occidentales, donde tras la guerra de los años noventa se logró identificar a más del 70% de los desaparecidos gracias a un enfoque basado en ADN y cooperación entre gobiernos y familias.

La ICMP también ha trabajado en Irak, donde se estima que desaparecieron entre 250 mil y un millón de personas. Allí se aplicaron metodologías de alto rendimiento en pruebas de ADN y capacitación en el manejo de fosas comunes.

En Siria, con más de 300 mil desaparecidos por conflictos y represión, la Comisión ha recomendado la creación de una base de datos centralizada e imparcial. Mientras que en Ucrania, se implementó un sistema integrado de gestión de datos que permite identificaciones científicamente sólidas y legalmente defendibles.

En el caso mexicano, la ICMP destacó la necesidad de un sistema nacional de datos seguro y centralizado que permita comparar información entre estados y con otros países, considerando el creciente número de migrantes desaparecidos.

Subrayó que el acompañamiento internacional será clave para enfrentar el desafío. El Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU activó el artículo 34 de la Convención Internacional, lo que podría llevar el caso mexicano a la Asamblea General de Naciones Unidas si se determina que el fenómeno es sistemático.

Además, insistió en que el apoyo financiero y técnico internacional puede fortalecer instituciones nacionales y garantizar la participación activa de las familias en el proceso de búsqueda.

La experiencia internacional de la ICMP demuestra que un proceso científico, coordinado y con participación de las familias puede marcar la diferencia.