Un potente tifón azotó el oeste de Japón el martes, dejando intensas lluvias que anegaron el principal aeropuerto internacional de la región y fuertes vientos que estrellaron un barco cisterna contra un puente. La tormenta causó al menos dos muertos e interrumpió el servicio de trenes y el tránsito aéreo.
Jebi es el tifón más potente que toca tierra en el país desde 1993, de acuerdo con Kyodo News.
El meteoro se dirigía hacia el norte a través de la franja central de la principal isla de Japón, Honshu, hacia el Mar de Japón. La tormenta estaba ante la costa norte de Fukui el martes por la noche, con vientos sostenidos de 126 km/h (78 mph) y ráfagas de hasta 180 km/h (110 mph), según la Agencia Meteorológica de Japón.
Al parecer, un hombre de unos 70 años perdió la vida al caer desde su departamento en la prefectura de Osaka por el viento, mientras que otro de 71 murió tras quedar sepultado bajo un almacén que cayó sobre él, dijeron las autoridades.
Otras 126 personas resultaron heridas por el paso de la tormenta, de acuerdo con la televisora nacional NHK.
En la ciudad de Osaka, una de las más afectadas, la marea penetró en el aeropuerto internacional de Kansai inundando una de sus dos pistas y la zona de almacenamiento de mercancías, entre otras instalaciones, lo que provocó el cierre del aeródromo, según el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo.
Más de 700 vuelos fueron cancelados, según los medios japoneses. El servicio de tren de alta velocidad quedó suspendido entre Tokio e Hiroshima, en el oeste.
Un barco cisterna de 2.591 toneladas que estaba amarrado se estrelló contra un puente que conecta el aeropuerto con tierra firma, dañando parte de la estructura y la embarcación. Los 11 tripulantes resultaron ilesos y seguían a bordo del barco, según la guardia costera japonesa.
También en Osaka, el parque de diversiones Universal Studios Japón y el consulado de Estados Unidos permanecían cerrados el martes. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, canceló un viaje a Kyushu, la isla más meridional de la nación, para supervisar la respuesta al meteoro, dijo el secretario en jefe del ejecutivo, Yoshihide Suga.
El tifón tocó tierra primero en la isla de Shikoku, y más tarde cerca de Kobe, en Honshu. Imágenes de televisión mostraron ramas de árboles caídos y grandes olas inundando zonas bajas.
Tokio quedó relativamente sin consecuencias, con apenas lluvias intermitentes