Luego de que la estadounidense General Motors anunciara una estrategia para optimizar sus recursos anuales en seis mil millones de dólares anuales, la rama mexicana de la compañía aclaró que será la menos afectada por la reestructuración en las plantas de producción mundiales.
General Motors México dio a conocer que la permanencia de sus plantas en el país se mantendrá inamovible, aunque el ajuste a la baja de 15 por ciento en la región de Norteamérica también impactará a México, solo en el caso de personal eventual y de confianza.
Contrario al cierre de líneas de producción en plantas en Estados Unidos y Canadá, en Mexico producirá la nueva Blazer en Ramos Arizpe, en sustitución de Cruze, cuya producción en el país vecino desaparece.
Asimismo, la compañía anunció la optimización de la nueva Cheyenne y Silverado que se fabrican en Silao.
Para contribuir con los ahorros de efectivo de aproximadamente seis mil millones de dólares, se consideraron reducciones de costos por 4.5 mil millones de dólares y un menor gasto anual de capital de casi 1.5 mil millones de dólares.
Para ello, GM dijo que los recursos asignados a los programas de vehículos eléctricos y autónomos se duplicarán en los próximos dos años.
Algunas acciones adicionales incluyen ampliar el uso de herramientas virtuales para reducir el tiempo y costos de desarrollo, integrar a los equipos de ingeniería tanto de vehículos, como de propulsión y optimizar utilización de los sitios de desarrollo global de producto.
GM ha invertido recientemente en nuevas arquitecturas de vehículos que son altamente eficientes, principalmente en pickups, crossovers y SUV. De cara al futuro, GM seguirá con estas inversiones, pero dará prioridad también a las inversiones para vehículos con arquitecturas de batería eléctrica de siguiente generación.
Las plantas en las cuales desaparecerán líneas de producción a partir de 2019 son Oshawa en Ontario, Canadá, Planta de Ensamble de Detroit-Hamtramck en Detroit, Michigan, Planta de Ensamble de Lordstown en Warren, Ohio.
Las plantas de componentes y propulsión a las cuales no se asignará producción a partir de 2019 son Operaciones de Baltimore en White Marsh, Maryland, Operaciones de Transmisiones de Warren en Warren, Michigan.
Esto, además del cierre anunciado previamente de la planta de ensamble en Gunsan, Corea.