El memorándum firmado ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador con el que se busca dejar sin efecto la reforma educativa actual en tanto se llega a un acuerdo para hacer nuevos ajustes en la materia deja clara la postura del gobierno federal en este tema y el compromiso de cancelar la norma vigente.
Así lo afirmó el mandatario federal en conferencia de prensa, donde expuso que para que no haya duda sobre su postura en este asunto, que no solo es jurídico sino político, consideró conveniente escribir el memorándum, y dijo que respeta los puntos de vista de quienes no están de acuerdo, aunque no los comparte pues, los acusó -sin pruebas- de ser quienes «estuvieron en una campaña contra el magisterio«.
“Estamos en contra de la mal llamada reforma educativa porque fue ‘impuesta desde el extranjero’ (sic) y no tienen nada que ver con mejorar la calidad de la enseñanza, por el contrario, perjudicó porque afectó la dignidad de los maestros”, expresó el ejecutivo federal al señalar que «de nada serviría seguir con las mismas prácticas políticas ya que sería un fiasco«.
El memorándum presentado ayer por el presidente López fue ampliamente señalado por juristas y especialistas constitucionales, quienes evidenciaron que no tiene un sustento legal y básicamente llama a no respetar la ley, en opinión de algunos.