Luego de la expulsión de la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, el Partido Acción Nacional (PAN) culpó al gobierno de Andrés López de la tensión diplomática y sostuvo que lo ocurrido hoy “es resultado de una política exterior improvisada e inconsistente”.
En Twitter, el dirigente nacional blanquiazul, Marko Cortés, calificó de inaceptable que el gobierno de López le apueste más a defender a Evo Morales que a privilegiar el diálogo con países de América Latina.
“La tensión diplomática con Bolivia es resultado de una política exterior improvisada e inconsistente”, escribió.
En tanto, el integrante de la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ángel Ávila, pidió la expulsión de diplomáticos bolivianos en México, en reciprocidad.
“En el caso de la expulsión de la embajadora mexicana, el gobierno mexicano tendría que responder de manera recíproca con la representación boliviana en México«, dijo Ávila.
«Es parte de la respuestas que se tienen que dar cuando hay un suceso de ese tipo, pero poniendo en primer lugar y como asunto principal que el diálogo no se rompa y no se fracture para que se logre resolver el problema”, agregó.
El líder perredista aseguró que es necesario que se retome el diálogo entre Mexico y Bolivia, ante las relaciones complicadas que se han mantenido en los últimos días entre ambas naciones.
“El diálogo debe ser la principal herramienta, el instrumento para resolver el tema de cualquier conflicto internacional. Por eso yo insistiré en llamar al diálogo entre el gobierno de México y el gobierno de Bolivia”, aseguró Ávila.
Esta mañana, el gobierno interino de Bolivia declaró personas no gratas a la embajadora María Teresa Mercado, y a los diplomáticos españoles Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, junto a un grupo de funcionarios, a los que se dio 72 horas para dejar el país.
«Este grupo de representantes de los gobiernos de México y España ha lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del gobierno constitucional de Bolivia«, dijo la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, luego de anunciar la expulsión de los diplomáticos.