Al menos 30 rebeldes hutíes murieron este martes y decenas resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas del Gobierno del Yemen internacionalmente reconocido en la provincia de Marib, donde tiene lugar desde la semana pasada una ofensiva del movimiento insurgente, aseguró el Ministerio de Defensa del Ejecutivo legítimo.

«Al menos 30 hutíes fueron abatidos y decenas resultaron heridos en intensos combates con el Ejército en el frente de Al Mashjanh, en el oeste de Marib«, publicó la agencia de noticias progubernamental Saba, citando al Ministerio de Defensa.

De acuerdo con Defensa, la artillería bombardeó las concentraciones de combatientes hutíes y sus refuerzos en ese mismo frente «destruyendo vehículos de transporte de tropas e hiriendo a quienes estaban en ellos».

Por su parte, la televisión Al Masira, controlada por los hutíes, indicó que la aviación de Arabia Saudí, país que lidera una colación árabe en apoyo del gobierno reconocido, llevó a cabo a lo largo del día 11 ataques aéreos contra las posiciones de los rebeldes en el frente occidental de Marib.

Las fuerzas hutíes llevan a cabo desde la semana pasada una amplia ofensiva contra la estratégica y rica en petróleo provincia de Marib, último bastión del Gobierno en norte de país, y ya el pasado domingo el Gobierno informó de «decenas» de bajas, entre muertos y heridos, entre sus filas.

Esta intensificación de las hostilidades en Marib coincide con un incremento de los ataques con aviones no tripulados cargados de explosivos contra el vecino Arabia Saudí y se produce pocos días después de que el Gobierno del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, retirara el apoyo de Washington a la coalición de países árabes.

Ayer, el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, se declaró en su cuenta de Twitter «alarmado por la escalada militar en Marib».

Lowcock advirtió que un asalto a su capital, del mismo nombre, «pondría en riesgo a dos millones de personas» y obligaría a huir a cientos de miles «con inimaginables consecuencias humanitarias».

Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. publicó este martes un comunicado en el que urgía a los hutíes a detener su ofensiva en Marib, cesar toda operación militar y retomar las negociaciones.

«Si los hutíes son serios respecto a la búsqueda de una solución política negociada, deben cesar todo avance militar y abstenerse de otras acciones desestabilizadoras y potencialmente letales, incluidos los ataques en Arabia Saudí», dijo.

La guerra en el Yemen estalló a finales de 2014, cuando los hutíes, movimiento chií apoyado por Irán, conquistaron amplias zonas del oeste y el norte del país, incluida su capital, y se agravó en 2015 con la intervención de la coalición de países árabes capitaneada por Riad.