La ONU anunció una misión especial para investigar el ataque perpetrado la semana pasada contra una cárcel en la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el que murieron medio centenar de prisioneros ucranianos y cuya autoría es objeto de acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev.
Así lo anunció este miércoles el secretario general de la ONU, António Guterres, que confirmó que tanto Rusia como Ucrania han pedido a la organización esta investigación.
Guterres explicó que actualmente se están preparando los términos de referencia para la misión, que deberán aceptar las dos partes, y se comienza a buscar expertos que puedan integrarla.
El portugués recordó que Naciones Unidas no tiene autoridad para llevar a cabo una investigación penal, pero sí para establecer una operación que se encargue de recabar pruebas para tratar de esclarecer lo ocurrido.
Rusia ha responsabilizado a Ucrania de esta «matanza» registrada en la prisión de Olenivka y que, según asegura, se perpetró con misiles Himars, suministrados por Estados Unidos al Ejército ucraniano.
Mientras, Kiev ha negado rotundamente estar detrás del bombardeo que acabó con la vida de sus propios hombres y ha apuntado a mercenarios de la compañía militar privada rusa Wagner.
Moscú ha confirmado la muerte de 50 de los 193 prisioneros ucranianos que se encontraban en la penitenciaría, entre los que figurarían miembros del batallón ultranacionalista Azov, considerados «nazis» por las autoridades rusas.