México, 28 Ago (Notimex).- Como un reflejo de su niñez, adolescencia y madurez, pero también del lado oscuro de la guerra, fueron calificadas las nueve sonatas para piano del ruso Sergei Prokofiev por el pianista finlandés Olli Mustonen, quien las interpretará los días 13 y 14 de octubre en el Templo de la Valenciana, en el marco del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Entrevistado vía telefónica, el músico, quien es considerado uno de los más consolidados exponentes de la música del compositor ruso, habló sobre las piezas, a las que considera “de la mejor música para piano del siglo XX”, y cuya vigencia, dice, se mantiene inalterable.

“Es un proyecto ambicioso tocar las nueve sonatas en dos conciertos porque son diferentes y atraviesan toda la vida del compositor ruso Prokofiev, desde que era un estudiante hasta convertirse en un músico maduro.

“En ellas no sólo se reflejan los horrores de la guerra sino también aspectos de su vida, porque Prokofiev escribió mucho sobre su vida y eso es interesante para musicólogos e historiadores, porque no sólo escribió en diario, sino una autobiografía, lo cual no es común en los compositores y eso da mucha información respecto a que la música se conectaba con los eventos de su vida”, indicó.

Según el pianista, Prokoviev tuvo una infancia feliz, con mucho amor de su familia y padres, y ello es evidente en las primeras sonatas; no así en las últimas donde se escucha una música melancólica, triste y que refleja los horrores de la guerra.

“Tuvo una conexión fuerte con su país, siempre fue optimista, aún en épocas difíciles como la Revolución y luego del régimen de Stalin. La ironía es que murió el mismo día que Stalin y ni si quiera había flores suficientes en su funeral porque todas se fueron para el dictador”, subrayó el finlandés.

Las sonatas que interpretará son prueba de las innovaciones estructurales y armónicas que Segei Prokofiev realizó en sus composiciones, por la necesidad de expresar su temor y angustia ante los tiempos bélicos y represivos que le tocó vivir.

Durante sus años de preparación académica, aún en la Unión Soviética, Prokofiev compuso sus primeras sontas para piano, en las que ya comenzaba a distinguir su sello musical del de sus colegas que se guiaban por el estilo nacionalista, diferencia por la que fue criticado como anticomunista y se vio obligado a dejar su país.

Después de pasar años en Estados Unidos y Europa Occidental regresó a la URSS, y fue allí donde nacieron la sexta, séptima y octava sonata, una trilogía conocida como “Sonatas de la Guerra”, pues fueron escritas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1944).