La Unión Europea (UE) podría cortar en 50 millones de euros su ayuda a Turquía en 2018 y congelar otros 30 millones de euros, según el proyecto del próximo presupuesto comunitario, aprobado hoy por el Parlamento Europeo (PE).

La posibilidad fue planteada por primera vez por los gobernantes de los 28 Estados miembros de la UE el pasado viernes como respuesta a la continuada degradación de los derechos humanos en el país euro-asiático.

El aval del pleno de la Eurocámara coincide con el inicio, este miércoles, del juicio por terrorismo contra 11 defensores de los derechos humanos en Turquía, entre ellos Idil Eser, director de la organización no gubernamental británica Amnistía Internacional en el país.

«Vemos que en Turquía están restringidas la libertad de la prensa, la libertad de expresión, los derechos humanos, las reformas políticas van por el camino equivocado y Turquía se aleja de los valores europeos», justificó el relator del proyecto de presupuesto en la Eurocámara, Siegfried Murean.

Los diputados señalan que Turquía “sigue siendo un importante aliado para la UE y ha hecho un muy buen trabajo en la gestión de los flujos de refugiados desde Siria”.

Desde el fallido golpe de Estado, en julio de 2016, Ankara ha ordenado la detención de más de 50 mil personas, entre ellas opositores, magistrados, académicos y periodistas.

Los recortes en las ayudas europeas se aplicarán a un fondo de 217 millones de euros  destinados a la promoción de reformas políticas en Turquía.

Dicho fondo forma parte de un paquete de preadhesión de 630 millones de euros que el país, por ser candidato a integrar la mancomunidad, percibe anualmente de la UE para facilitar la transición.

Pese al acuerdo respecto a las ayudas a Turquía, el PE y el Consejo Europeo divergen en otros aspectos del proyecto de presupuesto comunitario, por lo que el documento aún sigue en discusión.

Las dos instituciones tienen un plazo de tres semanas para acercar posiciones.