El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, accedió a celebrar una histórica cumbre con el presidente de Corea del Sur el próximo mes e impuso una moratoria sobre las pruebas nucleares y de misiles si se celebran conversaciones con Estados Unidos, dijo un alto cargo surcoreano el martes.
Las dos coreas acordaron celebrar la tercera reunión bilateral en su historia en una tensa localidad fronteriza a finales de abril, explicó Chung Eui-yong, director de Seguridad Nacional de Corea del Sur. Los líderes de ambos países establecerán un canal de comunicación directo para rebajar las tensiones nucleares y hablar juntos antes de la reunión.
Chung encabezó una delegación de 10 funcionarios surcoreanos que se reunieron con Kim durante una visita de dos días a la capital norcoreana, Pyongyang. Regresaron a su país el martes.
Los acuerdos llegan tras una serie de avances en cooperación realizados por los dos países durante los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados el mes pasado en Pyeongchang, Corea del Sur. En el último año, la tensión en la península de Corea creció notablemente tras una serie de ensayos armamentísticos del Norte.
Las dos cumbres anteriores, celebradas en 2000 y 2007, reunieron al padre de Kim, el fallecido Kim Jong Il, y dos presidentes progresistas de Corea del Sur. De estos encuentros salieron una serie de proyectos de cooperación entre las dos naciones que fueron revocados con la llegada de gobernantes conservadores al poder en Seúl.
Según Chung, el líder de Corea del Norte ha expresado su voluntad de dialogar con Estados Unidos y se ha comprometido a suspender sus pruebas nucleares y de misiles en caso de iniciar esos contactos.
Pyongyang dejó también en claro que no necesitará sus armas nucleares si se eliminan las amenazas en su contra y recibe una garantía de seguridad creíble, agregó Chung.