Para los interesados en política, la próxima elección en Estado de México dejará muchas enseñanzas. En esta vorágine de interpretaciones y posibles escenarios, bien vale la pena profundizar en una hipótesis que, aun pareciendo estrafalaria, cobra cierta relevancia.
Lo voy a plantear con un enunciado arriesgado pero real: ¿Qué ganarían los perdedores de la elección que se avecina en Estado de México?
Pensemos en el primer escenario donde pierde el abanderado del PRI, Alfredo del Mazo. En esta tesitura se fracturaría el grupo político Atlacomulco. Uno de los más sólidos en la política nacional y quienes actualmente gobiernan al país desde los pinos. Esto representaría un duro golpe a esa cúpula priista e impactaría en su intención de impulsar la candidatura presidencial en 2018 a Luis Videgaray. Bajo este escenario habría alguien “frotándose las manos” desde la Secretaría de Gobernación. Porque para nadie es un secreto que un aspirante a la candidatura priista para la presidencia es Miguel Ángel Osorio Chong, quien pertenece a otro grupo político y que de alguna manera, se vería favorecido si el grupo Atlacomulco y su abanderado pierden la elección del Estado de México.
Otro que ganaría perdiendo sería Andrés Manual López Obrador. Porque una derrota de Morena consolidaría el discurso disruptivo de este partido político. De esta manera, podría capitalizar su derrota vendiendo la idea de que el gobierno (Peña Nieto, Salinas, la mafia del poder) están dispuestos a hacer de todo con tal de mantener sus privilegios. Ese discurso representa oxígeno puro para un movimiento (Morena) y un dirigente (AMLO) que viven de la confrontación.
Otro que gana perdiendo las elecciones es Felipe Calderón y principalmente su esposa Margarita Zavala. Quienes están distanciados de la cúpula panista que apoya la candidatura de Josefina Vázquez Mota y directamente con Ricardo Anaya, presidente del PAN y un fuerte contendiente a la candidatura presidencial por aquel partido.
Pero, sin duda, el gran ganador aun perdiendo es Juan Zepeda candidato del PRD. Es bien sabido que el candidato no ganará la gubernatura pero también hay que reconocer el gran salto que dio su carrera en la política local. Incluso es visto como un nuevo cuadro en su partido que estaba al borde del infarto por su mala racha en la arena electoral. La candidatura del joven Zepeda puede ser la oportunidad de estaba esperando el PRD para negociar algo, ya sea una alianza con miras al 2018 o alguna dádiva importante en el gobierno, ya que su presencia en el Estado de México todavía es significativa.
Los partidos pequeños también son ganadores de la contienda aun perdiendo. Estos no tienen grandes expectativas en la elección. Tan sólo buscan mantenerse en el sistema electoral y vivir cuasi “rémoras” de los partidos mayoritarios. Ahora la mayoría de ellos aliados con los grandes competidores no sufrirán mayores sorpresas ni contratiempos.
En suma, los grandes perdedores seguirán siendo los ciudadanos quienes vemos pasar procesos electorales y campañas más o menos interesantes y los problemas se mantienen sin importar el sello partidista de los gobernantes.
En esta elección sui géneris vamos a ver quienes ganan la gubernatura. Pero también será interesante conocer quiénes ganarán aun perdiendo las elecciones.
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