El movimiento social y político gestado en Francia en 1789 -1799 conocido por Revolución Francesa se guio con el lema: Libertad, igualdad y fraternidad. Dicho levantamiento armado por pueblo fue para conFseguir innovaciones a al sistema político y social ya caduco, rescatando así, valores universales que dan sustento a regímenes democráticos sustituyendo el régimen monárquico.

Líderes de varios grupos de inconformes se organizan para establecer la Asamblea Constituyente, órgano deliberativo para redactar el valioso documento la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. Instrumento fundamental donde se marcan los derechos individuales, derechos compartidos en comunidad y los derechos universales que han servido y siguen de guía de los pueblos de todo el mundo.

El contenido del emblemático documento no dejó contenta algunas mujeres por haber sido relegadas por razones tradicionales de educación e ideológicas, algunas instruidas reclaman su presencia en la vida política en Francia. Entre las incomodas y con justificada razón se encuentra Olympe de Gouges, quien redacta la Declaración de los Derechos de la mujer y de la ciudadana. Entre los múltiples argumentos sustentados con conocimientos en la literatura y en la filosofía política dice: “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos”.

Marie Gouze es el verdadero nombre Olympe de Gouges, fue mujer activa contra la discriminación, fue partidaria de la abolición de esclavos a pesar de ser integrante de familia acomodada, rompe con la arbitrariedad en que vivían las mujeres de su tiempo en Francia. Su aporte en la equidad de género no fue bien vista y en cuanto se dieron las condiciones uno de los grupos discrepantes lo condenó a morir en la guillotina en 1791. Sin embargo, ante esta determinación alcanzó a externa: “Si la mujer puede subir al cadalso, también se le debería reconocer el derecho de poder subir a la Tribuna”.

La muerte Olympe de Gouges no fue en vano, su pensamiento quedó sembrada para germinar en otras latitudes en tiempos futuros en diversos países de todo el mundo. En México, la historia nacional destaca la enseñanza de Elvia Carrillo Puerto, hermana del célebre Felipe Carrillo Puerto, por cierto, este personaje es también conocido por el seudónimo de “El apóstol de la raza maya” por identificarse y defender los derechos de los mayas.  Elvia Carrillo Puerto es una de las pioneras de la igualdad en derechos de los hombres y de las mujeres, pensamiento obtenido de la poeta Rita Cetina Gutiérrez.

Elvia Carrillo Puerto es conocida en la historia nacional por el seudónimo “Monja Roja”, la alusión es debido por ser partidaria del sistema político, social y económico socialista de igual manera que su hermano Felipe quien fue fusilado en tanto Elvia Carrillo Puerto fue obligado bajo amenaza de terminar de la misma forma de no haber renunciado a la diputación municipal que ostentaba en 1924.

La cultura abrevada en familia en donde se les fomentó el espíritu de igualdad hacia las clases sociales e igualdad entre el hombre y la mujer hizo que Elvia Carrillo Puerto viniera de Yucatán, a la Ciudad de México en la época de la Revolución mexicana,  para colaborar con la poeta Rita Cetina Gutiérrez  quien había propuesto que en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se incluyeran determinados artículos en defensa de las mujeres; propuestas ignoradas aun por quienes en ese tiempo se jactaban de identificarse con la filosofía socialista.

El espíritu de justicia de Elvia Carrillo Puerto la obligó a recorrer todo el estado de Yucatán para erradicar la desigualdad, organizó grupos de mujeres para atender a niños desamparados, madres solteras y que la mujer participara emitiendo su voto para elegir a sus gobernantes. Los Derechos de las mujeres fueron arrancadas en forma paulatina durante los gobiernos posrevolucionarios, hasta que en 1953 bajo el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines se permitió que la mujer emitiera el sufragio.

La exclusión de la mujer había tenido sus razones, culturales, políticas sobre todo ideológicas, hasta que por fin, este sector social se le reconoció como ser humano y con todo los derechos, por fortuna la concepción de exclusión se va erradicando poco a poco con el esfuerzo de quienes son partidarios de la equidad de género. Hillary Clinton, mujer estadounidense dedicado a la policía ha externado: “Sí las mujeres y las niñas fueran tratadas igual que los hombres en derechos, dignidad u oportunidad, veríamos el progreso político y económico en todo el mundo”. ¿Usted qué opina apreciada y estimado lectora o lector?