Que los nuevos recortes presupuestales anunciados en días pasados por el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Mead, se apliquen en gasto público de la Federación y no en gasto de infraestructura, pidieron empresarios hidalguenses.
Se evitará así una afectación mayor a empresas constructoras que han resentido la reducción, este año, del gasto oficial en obra pública, afirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH), Juan Carlos Martínez Domínguez.
Esperan a su vez los industriales mayor información sobre los rubros en donde se realizarían los recortes, para conocer su impacto en las empresas, afirmó a su vez la presidenta de la Canacintra Pachuca, Margarita Gálvez Grimaldo.
Martínez Domínguez hizo notar que los recortes presupuestales programados desde el año anterior para el presente ejercicio han afectado a las empresas constructoras, al reducirse la obra pública financiada por el sector gubernamental.
“Recordemos que este año el estado de Hidalgo tuvo un recorte importante en el presupuesto federal, y ello limitó muchas obras y con ello, a empresas del sector”.
De ahí la necesidad, dijo, de que en caso de determinarse nuevos ajustes al gasto público, como anunció Meade Kuribreña, éstos se apliquen directamente al gasto corriente del sector público.
Afortunadamente hasta ahora, señaló, en el estado de Hidalgo las cifras de actividad económica y de empleo se han mantenido.
Incluso, recordó, de acuerdo a cifras del IMSS el presente ha sido un año de generación de empleos.
En días anteriores el secretario de Hacienda anticipó que se realizarán ajustes al gasto público como resultado de un descenso en la plataforma de extracción de petróleo a finales del año, por debajo de los dos millones de barriles diarios.
Presente en la 313 Reunión de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales, el secretario exhortó a los secretarios de Finanzas estatales y municipales a incrementar la recaudación fiscal, principalmente vía Impuesto Predial, para compensar la caída de casi tres décimas de punto porcentual del Producto Interno Bruto que implica una reducción de 100 mil barriles diarios de crudo, y que tratándose de dos millones diarios, implica casi 6 puntos porcentuales del PIB.