Sin duda alguna estamos ante una de las temporadas más pobres del cine de verano en algún tiempo, en donde ni Pixar con su gran capacidad para realizar películas animadas con grandes guiones ha logrado vencer incluso en taquilla, siendo tal vez la única excepción la apuesta de DC/Warner por apostarle a la primera súper heroína en el cine.

Pero esta semana llegó el momento de olvidar los estrenos medianos, ya que el director británico Christopher Nolan, quién tras tres años sin estrenar una película, regresa con una innovadora visión bélica sobre cómo se vivió el rescate de casi medio millón de soldados británicos en Dunkerque, Francia durante la segunda guerra mundial.

No hay texto alternativo automático disponible.

El director de cintas como la trilogía de “Batman: El caballero de la noche”, “El Origen” e “Interestelar”, logra con esta nueva película dos cosas: pulir casi a la perfección su estilo visual y renovarse en su forma de narrar historias.

“Dunkerque” se divide en tres líneas narrativas para contar como se vivió este rescate que definió a un país dentro de esta terrible guerra, donde por un lado está el esfuerzo aéreo donde tres pilotos combaten a fuerzas aéreas alemanas para impedir el sabotaje al rescate de estos soldados sitiados en Francia.

Resultado de imagen para dunkirk

En otra línea narrativa, vivimos de cerca el viaje de un navegante pesquero que se aventura al mar para ser apoyo de rescate con su barco, mientras lidia con el rescate de un piloto y dos adolescentes que se adentran junto con él a esta experiencia bélica que les mostrará tanto el lado terrible como el más piadoso del lado humano en este tipo de eventos.

Por último, el desesperado intento de tres jóvenes soldados por lograr escapar de las costas de Dunkerque, librando una batalla tanto interna y emocional, como de habilidad e inteligencia para librar las trampas del ejército alemán para frustrar sus intentos de escape.

Nolan logra unir estas tres líneas en un fino hilo narrativo con estilo visual limpio, con encuadres gloriosos, movimientos de cámara livianos y bien ejecutados, que junto al trabajo musical del compositor Hans Zimmer y las acertadas actuaciones de un multiestelar elenco donde destacan el ganador del Oscar Mark Rylance, Kenneth Branagh, Tom Hardy, el joven acto Fionn Whitehead y la sorpresa, el ex One Directon, Harry Styles, logra una memorable cinta bélica.

Llama la atención que el director nunca le pone cara al enemigo, nunca vemos a los alemanes de cerca. Los disparos caen, pero no se ve quien dispara; los torpedos en mar dañan a morir, pero nunca vemos la presencia de un submarino; lo único que tal vez vemos son sus mortíferos aviones con pilotos hábiles para matar y evadir al enemigo. El enemigo es silencioso, sin prejuiciarlo, sin etiquetarlo.

Así como es de silencioso el enemigo, así de silencioso y perturbador es cada acto, donde el diálogo es un elemento poco recurrente, siendo el silencio y las acciones de cada secuencia los que hablan por sí mismos para hacer que el espectador se vea inmerso en estos escenarios de desesperación, supervivencia y horror bélico.

Esta no es la primera recreación cinematográfica de este hecho (Dunkirk, 1958), pero sin duda la habilidad de Christopher Nolan tanto para contar historias (guion) como para plasmarlas (director) se ven perfeccionadas en esta cinta con una duración de 106 minutos (duración considerable a comparación de lo que el director venía manejando en aspectos de metraje).

Nolan es de los pocos directores en la actualidad que saben cómo hacer un balance entre el cine comercial (o blockbuster) y un cine de corte casi de autor, donde se puedan tomar riesgos narrativos y visuales sin arriesgar la taquilla ante una superproducción como esta, la cual costó cien millones de dólares para poderse realizar.

¿Ya viste esta épica cinta bélica? ¿Te gustó? ¡Sigamos la conversación en Twitter: @AlbertoMoolina!

Comments are closed.