En esta ocasión haré referencia a los juguetes que a través de los años han sido muy populares y se convierten en el objeto deseado de muchas niñas y niños, porque se han puesto de moda en las calles, en las escuelas o en cualquier lugar donde haya un infante con el firme intención de divertirse.
Al menos desde que yo tengo uso de razón han existido juguetes legendarios, es decir, los que aún en estas nuevas generaciones siguen permeando aunque en menor medida, y en este caso podríamos hablar de los autos de juguetes, los yoyos y de los trompos, los cuales, insisto, son cada vez menos comunes entre la niñez, pero que se niegan a morir aún con la llegada de la tecnología.
También recuerdo con mucho aprecio aquellos pedazos de plástico redondo, los cuales por cierto aún existen y que vienen como regalo en las bosas de frituras, me refiero a los Tazos, con los que se puede jugar a un sinfín de suertes o que incluso se pueden coleccionar según sea la temática de moda.
Algunas personas de mi edad, recordarán que en la escuela era muy recurrente jugar al famoso resorte, que no era otra cosa más que amarrar de los extremos este objeto y brincar sobre el gritoneando una serie de reglas no escritas para ir avanzando de nivel y que todos los que practicamos esta actividad pasamos muchas horas de diversión.
Evidentemente, siempre han existido los súper héroes en todas sus modalidades que han entretenido a generaciones enteras ya sea con muñecos rígidos, de peluche, de goma, en fin, en cualquiera de sus formas siempre habrá en casa algo relacionado con Batman, Spiderman, Hulk o Superman.
También para las niñas han existido las muñecas Barbies, que por cierto han salido a la venta de mil formas y facetas, para todos los gustos, pero que ponen en predicamento a los padres que buscan la manera de complacer a las princesas de la casa, pero que dudo mucho que alguien pueda contar con la colección completa.
Actualmente he podido observar a través de mis traviesos hijos Fernanda y Santiago que los juguetes y los juegos han cambiado considerablemente, ya no hablemos de la tecnología que los absorbe día con día, sino de los juguetes que desean de acuerdo a las nuevas tendencias y formas de juego. Podríamos poner de ejemplo los muñecos Distroller con los cuales según la vendedora les permiten a los niños aprender sobre los cuidados que debe tener un bebé, cosa con la que yo no estoy de acuerdo, pero entiendo que es parte de la mercadotecnia de su empresa para lograr la venta exponencialmente y que su costo representa un dolor de cabeza para los padres.
También me he percatado que disfrutan de realizar una mezcla de diversos productos, que concluye en una viscosa materia que se estira como si fuera gel o baba y que se llama Slime, a la cual no le encuentro chiste alguno de su existencia pero que todos los niños dejan un verdadero tiradero en casa tratando de lograr concluir con éxito este experimento.
Para concluir se ha generado todo un mito en torno a un juguete giratorio llamado Fidget Spinner que se vende por millares en todo el mundo y que de acuerdo con la información entorno a este artículo, ayuda a reducir la ansiedad y aumenta la capacidad de concentración; pero al mismo tiempo existen datos de que se trata de un simple distractor que han prohibido en las escuelas y que en el peor de los casos hasta ocasiona lesiones irreversibles en quienes lo usan.
No cabe duda que cualquier generación se ve marcada por las tendencias de hechos, sucesos y de cosas que se quedarán en el anal del recuerdo a través de los años, lo importante es no dejar de sorprendernos con las habilidades de nuestros pequeños, quienes por cierto, están a pocos días de regresar a las aulas de clases.
Hasta la próxima
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