Ya sea voluntaria o involuntariamente, en México uno de los mayores problemas de la vejez, es el abandono. Por diferentes circunstancias los adultos mayores se ven envueltos en el abandono que aunque no en todos los casos es completo, comúnmente los parientes más cercanos terminan alejándose de ellos.

Las nuevas políticas públicas del gobierno federal y estatal permiten  salvaguardar la vida de este sector poblacional catalogado como vulnerable, obligando en los casos, a hacerse responsables de la vida y cuidado de estas personas.

La capital del estado cuenta con el mayor número de adultos mayores, llegando a los 23 mil 340, en segundo y tercer lugar se encuentran los municipios de Tulancingo de Bravo con 11 mil 995 y Huejutla de Reyes con 11 mil seis, a ellos les sigue Tula de Allende con nueve mil 169 e Ixmiquilpan con siete mil 79.

Se espera que en los próximos 26 años prácticamente se triplique la población de adultos mayores en nuestro país, llegando inclusive a los 15 millones en 2020 y poco más de 22 millones en 2030.

 

De trabajador formal a mendigo

El trabajo y una pensión segura no garantizan la vida tranquila y placentera, según comenta don Jesús Islas Carmona originario de la comunidad de San Juan Pachuca quien a sus 78 años vive mendigando en las calles de la capital, luego de haber trabajado por más de cincuenta años para la Secretaría de Educación Pública como intendente.

Con apenas mil 500 pesos de pensión mensual, don Jesús recorre el centro histórico de la ciudad en espera de que ajenos le compartan un poco de alimento o “unos centavitos” como él los llama para poder alimentarse.

Reconoce que es poco el dinero que recibe mensualmente, por lo que debe buscar otras alternativas para subsistir, ya que a su edad el trabajo es más complicado.

Su esposa lo abandonó junto con sus hijas cuando apenas tenían diez, nueve y ocho años y de las cuales hasta la fecha no sabe nada, por esta razón se ha visto en la necesidad de vivir con unos parientes con quienes, disfruta ver “la pantalla, todas las tardes”.

Estando bajo resguardo de sus familiares y sin saber a la fecha nada que fue de su esposa e hijas, ve la vida con optimismo y alegría.

El abandono de los adultos mayores ya sea por necesidad o voluntariamente, provoca que se vean en la necesidad de buscar opciones de sustento propio o personal; sin embargo se dificulta por la poca movilidad que en esta edad se presenta.

Por lo anterior el Sistema DIF del Estado pone a disposición la Casa de la Tercera Edad donde asegura, se le brinda atención necesaria a las personas mayores, no obstante, deben acudir voluntariamente y en este caso reconocen,  no todos desean estar ahí.

De igual forma el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores de Hidalgo atiende a través de sus 11 Centros Gerontológicos y 31 Casas de Día al 30 por ciento de la población senil.

A pesar de la edad, don Jesús tiene excelente memoria y recuerda como el paso de los años ha intervenido en la ciudad donde ha vivido toda su vida, su cuerpo, ya cansado y encorvado, vigila diariamente dos bolsas de plástico en las que guarda poco a poco lo que la gente le va entregando.

Sabe muy bien quien es el presidente municipal, el nombre del gobernador de su estado, de quien recuerda alguna ocasión le regaló dos mil pesos para comer; e inclusive conoce los problemas que se enfrentan en la ciudad, (el plantón de antorcha frente a palacio de gobierno, la Cumbre de Alcaldes, la inseguridad y la educación).

Don Jesús es uno de los 250 mil 715 personas de 60 años y más que habitan en el estado de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el censo realizado en el 2010, es decir, conforman el  9.4076% de la población en general.

 

Espíritu e ímpetu para salir adelante

Según el INEGI este grupo sectorial se integra por 117 mil 642 hombres, es decir el 46.93% de la población adulta y 133 mil 073 mujeres ósea el 56.07% como doña Ana María García Godínez de 71 años comerciante desde los seis años quien tras haber dejado a su esposo por maltrato, tuvo que criar a sus cinco hijos sola.

Asegura firmemente que de haberse quedado un día más con él, “lo hubiera matado” describe, ya que era víctima de sus maltratos e infidelidades además de que golpeaba a sus pequeños, a quienes con trabajo y esfuerzo logró sacar adelante, aunque actualmente vive con uno de ellos, “es el segundo, pero está enfermó del habla, los demás se fueron al norte”, platica.

Haber presenciado la muerte de un cuñado, el accidente de uno de sus hijos al ser atropellado, los maltratos de su esposo o el ritmo de trabajo desde muy pequeña, no han dejado que su espíritu de esfuerzo decaiga y diariamente se esfuerza por entregar una sonrisa a sus clientes.

Sin embargo a su larga edad y habiendo trabajado desde los seis años reconoce que las enfermedades aminoran sus ganas de trabajar pues actualmente atraviesa una enfermedad en el pulmón derecho que la agota al terminar su jornada, ya que puntualmente cada tercer día llega desde las ocho de la mañana al Mercado Primero de Mayo y se retira a medio día.

De acuerdo con el PIAM las principales causas de muerte de los adultos mayores son, para el caso de los varones, las cardiovasculares (28.6%), las de tipo crónico degenerativas (15.5%) y la diabetes mellitus (11.6%). Entre las mujeres, las enfermedades cardiovasculares ocupan el primer lugar (28.6%), seguidas de las crónico degenerativas (16.5%) y la diabetes mellitus (15.7%)

 

Participación económica

La participación económica de los adultos mayores se mantiene en niveles relativamente altos. Más de una tercera parte de ellos (36.2%) se mantienen activos económicamente, según datos del Programa Institucional de Adultos Mayores del estado de Hidalgo es notorio el diferencial que se da entre hombres y mujeres, ya que ellos tienen tasas de actividad de 58.1 por ciento mientras que las mujeres sólo alcanzan 17.7 por ciento.

En el ámbito familiar, las personas con sesenta o más años residen predominantemente en hogares de tipo familiar. Sin embargo, es la etapa del ciclo de vida en que se pueden apreciar el mayor número de hogares no familiares, principalmente de personas que viven solas.

Cerca de una de cada diez personas de 60 años o más reside sola, mientras que en el resto de las etapas del ciclo de vida el máximo valor que se alcanza es de 3.3 por ciento (45-59 años).

De los 22.3 millones de hogares en el país, 4.2 millones (18.7%) están encabezados por una  persona  de  60  años  o  más. Durante la tercera edad se alcanzan la mayor tasa de jefatura femenina, con valores próximos a 33 por ciento, comparado con la media nacional de 25 por ciento.

Recientemente el sistema DIF del estado reportó que de septiembre a la fecha se registró el fallecimiento de una abuelita y cuatro más que se encuentran atendidos en Casa de la Tercera edad por abandono, suscitados en municipios de Pachuca, San Agustín Tlaxiaca donde la abuelita falleció, Tulancingo y Villa de Tezontepec.

Sin embargo, de acuerdo al Código Penal Federal, el abandono de una persona adulta tiene como consecuencia de uno a cuatro años de prisión.