Para evitar que “supuestos” verificadores de la Profeco esquilmen a comerciantes y prestadores de servicios, la delegación de la misma informó que en sus visitas, los verificadores del organismo deben sustentar su actuación en una Orden de Verificación por escrito, con la firma autógrafa de la autoridad competente.
José Alberto Chávez Mendoza, delegado en Hidalgo de la Procuraduría Federal del Consumidor, puntualizó además que al iniciar la visita, el verificador está obligado a exhibir su credencial vigente con fotografía expedida por la Profeco, la cual lo acredita como verificador federal para desempeñar esta función.
Pero además, el propietario, responsable, encargado u ocupante del establecimiento está obligado a permitirle el acceso y darle las facilidades para llevar a cabo la verificación, una vez que haya leído “con calma”, la orden de verificación.
“Dicha orden contiene los datos específicos del establecimiento, como lo es la razón social, el domicilio, el objetivo de la verificación y el alcance que deba tener; así como las disposiciones legales que se fundamentan en el Art. 63 de la Ley Federal de Protección al Consumidor”, señaló el funcionario.
Aunado a ello, en caso necesario, deberá emplearse medidas de seguridad mediante un sello del Escudo Nacional y hologramas de la Profeco.
Chávez Mendoza subrayó, que en la orden de verificación se encuentran también los datos de la Delegación Federal de Hidalgo, para que dé así requerirlo el propietario o el encargado pueda llamar a la dependencia y corroborar la veracidad de su supervisión, al 71 4 0690 extensión 104.
“Las visitas de verificación se realizan de manera ordinaria o extraordinaria; las primeras se efectúan en días y horas hábiles, mientras que las segundas en cualquier tiempo, previa autorización”.
Dijo finalmente que en toda visita de verificación se levanta una acta circunstanciada en presencia de dos testigos, propuestos por la persona del establecimiento que fue verificado, y se le entrega una copia de este documento.
El funcionario llamó a no dejarse sorprender por quienes se digan verificadores de la dependencia pero no se acrediten correctamente ni presenten la Orden de Verificación; ante cualquier duda, llamar de inmediato al organismo.