¿Tienes más de treinta años y deseas encontrar una pareja? ¿Deseas establecer una relación madura, estable y duradera?

Te sorprendería saber cuántas personas comparten el mismo deseo, ya sea porque alguna vez se han enamorado y la relación no funcionó o porque consideran que no han encontrado el amor.

Cada uno tiene determinadas creencias respecto al amor y a las relaciones de pareja, pero sobre todo, prevalece la idea de cuánto se es o no digno de amor.

El amor que recibimos es proporcional al amor que brindamos, lo mismo la calidad de este, la dinámica que se establece tiene que ver con la persona que se elige, pero, también con lo que construimos estando juntos.

El deseo de amar y ser correspondidos es inherente a nuestra calidad humana.

¡El amor es parte de la vida y de nosotros! Sin embargo, esta necesidad de amor es la misma que puede llevarnos a confundirlo y vivirlo entre mitos y expectativas poco realistas que terminan en relaciones que no siempre son fructíferas.

Es cierto, es mayor el índice de relaciones que a lo largo de la vida concluyen, justamente porque se requiere de muchos más elementos que el amor y el deseo de encontrarlo para que este se fortalezca y perdure. ¿Cuáles son las razones por las que tus relaciones han concluido?

Si la cantidad de personas que desean establecer una relación de pareja no fuera tan grande como lo es las aplicaciones que prometen llevarnos a coincidir con otra persona no tendrían tanto éxito. Si volteamos a nuestro alrededor tenemos amigos, familiares, conocidos que desean encontrar ese amor.

Tal vez en el pasado lo hemos intentado, quizá ya hemos experimentado el dolor de terminar una relación importante, añoramos a alguien que ya no está o buscamos a esa persona especial con la que por fin se den las circunstancias idóneas para lograrlo.

Pero, el amor no aparece por arte de magia, el amor se construye con el tiempo, con la decisión, el compromiso y la participación de ambos. Tiene que ver con el momento en que elegimos y porqué y como lo hacemos, enamorarse requiere ceder y dar permiso de que suceda.

Después del enamoramiento viene la realidad y es justo entonces que pasamos al amor o concluimos una relación. El pasado amoroso tiene que servir como base para el presente, y sobre este construir un futuro compartido.

En el discurso encontramos a personas que se quejan de su expareja, que lamentan sus experiencias, pero que no en todos los casos se ven a sí mismos y determinan como han sido como pareja.

Hacer un análisis del historial amoroso, y de lo que se desea es el principio para hacer una elección más adecuada, para saber que a cierta edad la madurez y la salud mental son indispensables en el acuerdo amoroso.

Desarrollar un auto concepto sano y desde ahí elegir con quién y cómo relacionarse, sin dejar al aire lo que suceda, hacerse cargo, plantear con el diálogo y sustentar con las acciones lo que se quiere construir acompañado.

La psicoterapia de pareja aconseja definir la relación ¿Qué somos? ¿Novios, amantes, esposos? Y desde ahí establecer acuerdos en los que cada quien exponga lo que desea y lo que está dispuesto a ofrecer.

¿Suena complicado o parece frío? Obviamente ante la emoción y lo deslumbrante que suele ser el enamoramiento no se tiene la claridad para hablar tan directamente de lo que se espera, sin embargo, hacer de lado estos temas es lo que nos impide establecer bases más sólidas para una relación a largo plazo.

La confianza, la intimidad, el ser y dejar ser al otro, la atracción, la comunicación, el tiempo compartido y el establecer un proyecto en común es lo que da paso a la permanencia.

El sostener entre ambos la relación, participar, no confiarse, seguir construyendo es lo que nos lleva a continuar de la mano. Sentir gusto por el otro sin dejar de gustarnos a nosotros mismos.

Traer del pasado no los rencores ni los sin sabores, sino la experiencia y no hacer lo mismo.

Que las experiencias nos conviertan en mejores personas y en la pareja que deseamos encontrar.

El amor es un acto de fe y también de compromiso. El amor no es para quienes no participan, ni tampoco para quienes consideran que hace falta el sacrificio.

E igualmente hay que determinar que es a lo que se aspira, ¿deseamos amar o repetir una y otra vez la locura del enamoramiento? Porque si es esto último cada vez que esta disminuya volveremos a necesitar encontrarla en otra persona, hay quienes están enamorados de la idea del amor no de sus realidades, y estas son las de la vida cotidiana, en la que no todo es perfecto y se requiere reafirmar la elección y el compromiso cuántas veces sea necesario, en los hechos no solo en las palabras.

¿Qué pasa si ya lo he intentado varías veces? ¿Si tropiezo una y otra vez con la misma piedra? ¿Será que no soy querible? Estas son algunas de las preguntas que continuamente se hacen quienes han terminado relaciones sin encontrar un amor estable y duradero.

No solo se tiene que cambiar la forma o las razones por las que se elige a cierto tipo de personas, lo más importante y lo primero es cambiarnos a nosotros mismos, determinar qué y cómo participamos en las relaciones, hacernos auto responsables.

El amor no es imposible, existe, depende también del amor propio, de lo que somos y compartimos, de estar dispuestos a participar y crecer cada uno por su lado y en un proyecto compartido.

¿Quieres tener una pareja? ¡Se una pareja!

Ama desde el amor propio y permite que el otro lo haga de la misma manera, que se ame a sí mismo y después te amé a ti… ¿lo pensé o lo dije?

 

Twitter: @Lorepatchen

Conferencista. Psicóloga y Coach.

📻 Entre Géneros, jueves 8 p.m., red estatal de Hidalgo Radio.