Dos noticias llamaron poderosamente la atención en días pasados: el anuncio de la creación de cuatro secretarías más en el gobierno mexiquense de Alfredo del Mazo, y que la deuda de los estados creció 300% en el primer trimestre del año.
El congreso mexiquense aprobó hace unos días las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública que permiten crear la Secretaria de Seguridad, en sustitución de la actual Comisión Estatal de Seguridad (CES); la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, que suplanta a la actual Consejería Jurídica; la Secretaría de Obras Públicas y la Secretaría de Comunicaciones.
Se engrosa así la administración estatal en el Edomex, con un total de 18 secretarías, y ocurre en medio de los recortes presupuestales más drásticos y la inflación más galopante en más de 20 años.
Inició así Alfredo del Mazo, el sábado anterior, un gobierno por demás controversial, pero sobre todo, demasiado obeso para las circunstancias económicas actuales: un fabuloso aparato burocrático… para administrar la pobreza.
Y es que incluso el Edomex, uno de los estados más industrializados en el país, no ha escapado en los dos últimos años a los recortes presupuestales que se han reflejado en la peor caída en la inversión pública en los últimos cinco años, alcanzando un 22.6% en el primer semestre del año, de acuerdo a la SHCP.
Y cuando se habla de caída en la inversión en obra pública significa que se frena la construcción de hospitales, carreteras, escuelas, puertos, uso y transformación de energía, en turismo y en seguridad pública.
Significa que hay mucho menos dinero que administrar, muchas menos obras que licitar y supervisar, menos programas sociales que aplicar, menos operativos de seguridad que montar, etcétera. Un panorama en el que resulta entonces, incongruente, contar con más burocracia para administrar lo que disminuye, disminuye y disminuye.
En este contexto destacan las acciones emprendidas por Omar Fayad Meneses al iniciar su gobierno en Hidalgo, hace un año, cuando lo primero que hizo fue adelgazar la nómina, desaparecer la aparatosa Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional, y sí, crear, por ejemplo, la Secretaría de Cultura, aunque sin presupuesto extra. Y conste que en los recortes determinados por Hacienda y Crédito Público, los primeros sectores afectados fueron la cultura, la ciencia y el desarrollo tecnológico.
Definitivamente resulta incongruente que mientras el gobierno federal impulsa acciones para que la Iniciativa Privada asuma más y más funciones hasta ahora gubernamentales, gobiernos como el mexiquense crean más dependencias para administrar lo que vaya quedando.
Incongruente ante una pobreza cada vez mayor, entre los pobres más pobres, el que además se sostenga a un congreso obeso también, y salarios de 350 mil pesos mensuales a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia, mientras que los juzgados de primera instancia están sobresaturados de trabajo, se da de baja a abogados “de oficio”, es decir, para quien no puede pagarse este servicio, y con personal administrativo insuficiente.
¿Cuánto ganarán los cuatro nuevos secretarios en el Edomex? ¿Quiénes ocuparán estos cargos? Esto sólo lo saben Alfredo del Mazo y su círculo más cercano
Y es que como me dijera un viejo político hace un tiempo: “afuera hace frío”.