No cabe duda que las situaciones de emergencia sacan a flote lo que en realidad somos las personas en nuestros respectivos ámbitos de competencia, donde buscamos adecuar las circunstancias por muy difíciles que sean para los demás a beneficio propio, pero en política se rompe con todos los paradigmas ya que en ese sector por llamarlo de alguna manera parece que se esconde lo peor de lo peor y no por nada la fama y credibilidad de la que gozan entre la sociedad de cual se ha dado cuenta que puede rebasarlos.
Y no basta con hacer algunas observaciones de la manera en que la población se organiza para demostrar que tiene la capacidad de organizarse y salir adelante, ya que nadie va a olvidar que las primeras horas después de los sismos fueron cruciales para salvar el mayor número de vidas y que fueron las autoridades las que llegaron después, mientras que la gran mayoría de los políticos no se han molestado siquiera en su gran mayoría en salir de su zona de confort.
A de Buena Fuente, rescatistas de la región del Altiplano Hidalguense que salieron por sus propios medios desde las primeras horas del terremoto con un perro rescatista a la Ciudad de México, señalaron que en las primeras horas se trabajó sin interés alguno, en momentos donde no había nadie diferente, sin credos, religiones, razas, clases sociales o partidos políticos ya que lo importante era rescatar al mayor número de personas posible con vida lo cual se logró.
Sin embargo al final se dijeron decepcionados, al asegurar que la llegada de los agentes de las fuerzas públicas, de rescate, y todo lo manejado por las autoridades quienes por su representación se impusieron pero solamente crearon desorden y caos ya que solamente pretendían no solamente organizar o más bien desorganizar y dar órdenes para preparar escenarios que permitieran a sus superiores o toda clase de políticos, llegar con acciones mediáticas para hacer creer a todos que ya trabajaban en la emergencia y que los resultados logrados eran por su labor y no de la sociedad civil como en realidad sucedió.
Comentaron que lo peor del caso es que desde su llegada los agentes de los cuerpos se seguridad entre policías, integrantes del ejército, de la federal y todos los que están a mando de las autoridades y políticos, además de dedicarse a preparar escenarios para sus superiores y autoridades, dejaron a un lado el verdadero objetivo de la emergencia que era salvar vidas, además de que comenzaron a minimizar la labor de algunos grupos a de rescatistas a los que literalmente corrían de los sitios de emergencia solamente por cumplir con sus protocolos.
Luego de mostrar documentos con los que demuestran que cuentan con capacitación en materia de rescate y actuación en casos de emergencias como las que aún se viven en el país, los rescatistas del Altiplano, dijeron sentirse defraudados por las autoridades pero principalmente de los agentes de la policía federal a que desde su llegada no les dejaron hacer más por rescatar personas y lo que solamente demostraron es falta de conocimiento en ese tipo de situaciones y que están para cumplir protocolos para destacar a las autoridades con las labores de los demás, lo cual dijeron es algo muy cotidiano.
Pero aún hay situaciones peores y mucho más graves, aunque nadie lo crea ya que en la capital del estado y pare ser precisos en la sede de palacio de gobierno según comentarios no de uno sino de muchos de los trabajadores de gobierno, a una semana de que se registrara el sismo más fuerte, ocurrió otro que aunque de menor magnitud y que no causó daños activó la alerta sísmica lo que obligó a los trabajadores a salir a la explanada de la Plaza Juárez, donde sí bien más tarde el secretario de gobierno llamo a la calma, hay personas a las que el incidente les molestó.
A de Buena Fuente, visitantes a la sede del gobierno del estado, horas después fueron testigos que muy molesta una mujer que dijo ser la Jefa de Personal recriminó a los trabajadores haber salido de la sede oficial del poder ejecutivo, además de decirles que mientras en la Ciudad de México nadie saliera ellos tampoco podían hacerlo y para evitarlo mandó a cerrar con cadenas y candados las puertas de saluda de emergencia, por lo que ahora los trabajadores temen que no por un sismo sino por otro tipo de emergencias puedan quedar atrapados.