“Es como el Canderel, endulza, pero no engorda”, es la broma de uso corriente con la que muchos hombres se refieren a quienes se han practicado la vasectomía -incluso a sí mismos cuando ya se la hicieron-, operación de esterilización masculina que es un método definitivo de anticoncepción, en el cual se seccionan y obstruyen los conductos deferentes con el cual el varón se hace partícipe de la planificación familiar.
A fin de conocer más acerca de este tema, acudimos al Hospital General de Pachuca, en su sede en la calle de Arista, donde el doctor Javier Parra Rodríguez, responsable de la Unidad de Cirugía Ambulatoria y Planificación Familiar, explica las acciones que realizan en la materia. “Aquí realizamos cirugía anticonceptiva, tanto para varones como para mujeres; en los varones se le llama vasectomía sin bisturí, y en las mujeres se le llama salpingoclasia bilateral”.
El doctor Parra externó que se debe partir de que la vasectomía sin bisturí es un método definitivo de planificación familiar, «es decir, es para todos aquellos varones que ya no desean tener más hijos, que su paternidad ya está satisfecha».
Expuso que partiendo de eso, el usuario acude al hospital de Arista, dependiente de la Secretaría de Salud de Hidalgo, donde se le realiza una historia clínica y se le hace su programación para la realización de la cirugía.
«Los candidatos son todos los varones, todos los hombres en edad reproductiva y que ya tengan satisfecha su reproducción, es decir, que su paternidad ya esté satisfecha, que ya no quieran tener hijos».
Más o menos el rango para la intervención es entre los 20 a los 60 años, aunque pueden tener pacientes de menos de 20 años y mayores de 60 años, ya que la reproducción en el caso de los varones todavía es tardía, «tenemos varones que a los 80 años pueden tener hijos».
En el área de vasectomía sin bisturí del Hospital de Arista, que es también área de planificación familiar, pero con métodos quirúrgicos, el doctor Parra explica parte del proceso para esta intervención: «el primer contacto que tiene el usuario es con la trabajadora social que está aquí en Informes, que se encarga de darle la primera información”.
El paciente no hace antesala ni tienen citas programadas, “cuando pasan conmigo, yo lo reviso, para que sea un candidato adecuado, y le hago su programación de acuerdo a la disponibilidad que tenga el usuario y nosotros, porque llevamos una agenda de usuarios programados, y se le realiza su cirugía o su procedimiento”.
El galeno indicó que la vasectomía es un procedimiento de baja complejidad, y aunque es una intervención quirúrgica que implica un riesgo, se trata de un riesgo que cualquier cirugía puede tener, “me refiero sobre todo a la infección, a que se produzca un hematoma, cosas que habitualmente suceden, pero de manera muy rara”.
La intervención para una vasectomía dura aproximadamente 10 minutos, el paciente se recupera en otros 10 minutos con la aplicación de hielo local en la sala donde se hace este procedimiento y se va caminando a su casa.
De ahí, se le cita en una semana para hacerle una revisión, que todo haya quedado lo mejor posible, y después, hasta los 3 meses, se le practica un estudio para determinar que en el semen del paciente ya no tenga espermatozoides.
“Tres meses es el tiempo necesario para que expulse todos aquellos espermatozoides que todavía están almacenados”.
Los espermatozoides todavía se van a seguir produciendo por los testículos, pero ya no van a poder pasar en el conducto que se ocluye, por lo cual va a ser imposible que el espermatozoide se junte con el óvulo de la mujer para producir un embarazo.
Sin embargo, dijo, cerca de la vejiga hay un lugar de almacenamiento de muchos espermatozoides, que poco a poco se van a ir liberando cuando tenga relaciones sexuales el usuario.
Expuso que este periodo lo dan para que los espermatozoides de manera natural vayan saliendo, pues se calcula que sean 25 relaciones sexuales o tres meses para que se liberen, lo que suceda primero.
Tras la operación, el usuario puede incorporarse a su actividad normal después de la cirugía, “es más, ese mismo día puede regresar a su trabajo, siempre y cuando, no realice esfuerzos físicos importantes, que no haga gimnasio, deporte, monte en bicicleta, caballo o moto, pero de ahí en fuera, si es un usuario que va a manejar, lo puede hacer, si se va a desplazar caminando, lo puede hacer, hacer tareas de oficina las puede hacer”.
Así que el paciente debe evitar los ejercicios bruscos, abstenerse dos semanas de practicar deportes y puede volver a tener relaciones sexuales a partir del quinto día de la operación.
Luego de la intervención, al usuario se le maneja una dieta especial, y se les recomienda que su alimentación no sea condimentada o picosa, también se les recomienda que no tomen bebidas como cerveza o vino, pues irritan cualquier parte del organismo, “en este caso la cicatriz puede tener una inflamación también por esas substancias, que llegan indistintamente también a todo el organismo”.
Descartó que haya complicaciones en vías urinarias, porque en realidad el procedimiento es una técnica que llegó a México y a otras partes del mundo, procedente de China, donde el doctor Li Shunqiang inventó dos pinzas especiales para poder realizar este procedimiento, que es poco invasivo.
“Por eso se llama sin bisturí, en realidad no hay una herida con bisturí, ni se usa el bisturí, se usa una pincita de punción, que produce un pequeño rasguño nada más, es tan imperceptible ese rasguño que no necesita de un punto en la piel, basta un vendolete, colocarlo allí, en la piel y sella de manera natural”.
Comentó que las complicaciones que se pudieran tener pueden ser una infección, esto porque no se cuide el usuario en su aseo; también puede producirse un pequeño hematoma, que es la ruptura de un pequeño vasito, “quizá al atravesarlo con la agujita porque se aplica anestesia local, pero estas incidencias son raras, y es muy aislado que se pudiesen presentar, sin embargo, tenemos que mencionar que pudiéramos tener ese tipo de complicación”.
No obstante, detalló que más allá de esto, no se ve alterada la función urinaria, ya que el paciente va a seguir orinando de manera normal, va a tener relaciones sexuales de manera normal, “incluso hay algunos usuarios que dicen que mejora su relación sexual, obviamente no es por la vasectomía, pero sí porque cuando tienen una relación sexual están pensando si el dispositivo se salió o el preservativo se rompió, y eso como quiera desconcentra”.
Consideró que al tener la vasectomía hay un disfrute más pleno de la relación sexual, por eso hace que mejore.
El doctor citó que en algún momento dado, algunos artículos han asociado la aparición de cáncer de próstata con la vasectomía sin bisturí, sin embargo, señaló que esto no tiene ningún fundamento, puesto que hay muchos artículos que se han realizado, tratando de asociar estas dos circunstancias, tanto la vasectomía sin bisturí como el cáncer de próstata, sin llegar efectivamente a qué la ocasione, “en realidad no existe, es un mito”.
La vasectomía sin bisturí tiene cuatro grandes ventajas, en relación a la cirugía anticonceptiva de la mujer, siendo la primera que al hombre en este procedimiento no se le pone suero, mientras que a la mujer sí.
Al varón no se le piden estudios de laboratorio preoperatorios, mientras que a las mujeres sí. La mujer tiene que acudir en ayuno en caso de salpingoclasia, pero los hombres deben acudir desayunados, y mientras a la mujer le colocan anestesia en la espalda, para un bloqueo subaracnoideo, en el caso del hombre la anestesia es local, con una aguja muy delgada, incluso más delgada que las agujas de insulina, con la cual se infiltra la anestesia.
Antes de realizarse la vasectomía sin bisturí, el paciente tiene que acudir con esas condiciones y rasurado de su escroto, para que las vellosidades no estorben ni tampoco puedan provocar después alguna infección, “solo eso es lo que le solicitamos al usuario”.
Reversible
El doctor Parra reconoce que muchos usuarios preguntan si la vasectomía es absolutamente definitiva o si en lo futuro hay la posibilidad de revertirla.
“Siempre les comentó que el hombre que toma esta decisión, es muy importante que no piense en que se pudiera arrepentir, porque precisamente es un método definitivo”.
“Al ser un método definitivo, nosotros tratamos de evitar una unión o una recanalización espontanea de ese conducto, porque este es un método que nos da el 99.8 de efectividad, es muy efectivo, pero hay un rango de falla, porque en algunos usuarios se llega a recanalizar de manera espontánea ese conducto, de manera natural y sin que nosotros intervengamos, por eso es muy importante que se realice su espermatoconteo a los tres meses”.
Señaló que cuando se realiza este estudio, ya se tiene la garantía del éxito de la cirugía, pero en raras ocasiones, en ese tiempo pueden descubrir que todavía hay espermatozoides vivos y se encuentran con que hubo una recanalización espontánea.
“Pero pensemos que ya es negativo, que ya no hay espermatozoides, y pensemos que el paciente se arrepiente, hay una cirugía que se llama vasovasostomía, que consiste en conectar nuevamente los conductos, de manera quirúrgica”.
“Sí se puede, la respuesta es sí; sin embargo, no nos da el 100 por ciento de efectividad y entre más años pasen de haber sido vasectomizado menos probabilidades hay de que el espermatozoide continúe su trayecto por el conducto quirúrgicamente trabajado”.
Expuso que esta cirugía reversible, aunque sí la hay, no se hace en cualquier lado, ya que se realiza en unidades de tercer nivel, porque se utiliza la cirugía microscópica, para poderle ofertar al usuario mejores resultados.
La vasovasostomía se hace en hospitales de tercer nivel, siendo en el sector salud el Instituto Nacional de Perinatología el hospital que tiene esta posibilidad, aunque refirió que no es una cirugía de alta demanda.
“Nosotros tratamos de que no sea de alta demanda, platicamos siempre con el usuario, y determinamos o le ayudamos a que él tome la mejor decisión”.
“Si lo vemos dudando, le damos oportunidad de que lo analice, que lo razone, para que cuando acuda con nosotros ya venga plenamente convencido de que ya no quiere más hijos, ni ahorita, ni nunca, para evitar precisamente esos problemas”.
Así que al paciente se le prepara para que se mentalice sobre el procedimiento, ya que hay una parte de su trabajo, en la entrevista con el usuario, que se denomina Consejería en Planificación Familiar.
En esta consejería se vierte la información de forma veraz, resumida y completa de lo que se le va a practicar al usuario, disipándole todas las dudas que tenga para ayudarle a tomar su decisión.
El doctor Parra Rodríguez comparte que diario realizan operaciones de vasectomía, pues no es tan raro ya como antes, habiendo meses de mayor demanda y otros de menor, pero operan diario.
Por mes, se practican unas 20 cirugías de vasectomía en el Hospital General en su sede de Arista, siendo de 4 a 6 por semana, “estamos hablando más o menos de una diaria”.
Reconoce que los mitos de antaño limitaban la presencia del varón en los centros de salud, no solo para la realización de la vasectomía, sino para la atención de otro tipo de enfermedades; pero gracias a los medios de información se han dado cuenta de la corresponsabilidad que tienen los varones en las acciones de salud y ahora tienen información adecuada sobre los temas de salud, no sólo en planificación familiar, sino en inmunizaciones, control de enfermedades crónico-degenerativas, hipertensión, diabetes, entre otras.
Consideró que quizá hay varones que no saben que en el Hospital de Arista se hacen los procedimientos, y concluye señalando que el objetivo principal en realidad no es que haya menos niños, “no, el objetivo principal va enfocado a disminuir la mortalidad materna y perinatal, desgraciadamente todavía actualmente están muriendo las mujeres por embarazos no deseados y no planeados, y ahí es donde entra la planificación familiar, también para evitar la incidencia del aborto, esto nos ayudará en un futuro a tener una población llena de salud”.
La experiencia
Para Benjamín H. T. (pseudónimo por motivos personales) haberse practicado la vasectomía como regalo de cumpleaños, fue primero que nada por decisión, “es una cosa súper rápida porque fue sin bisturí, es ambulatorio y te tardas nada, te tardas más esperando a pasar a lo que dura”.
Considera que no ve ningún cambio, salvo el consabido con esta intervención, y asegura que no lo altera en nada.
“Yo tomé esta decisión cuando cumplí 30 años, fue mi autoregalo”, afirma Benjamín, quien añade que con el paso del tiempo ha considerado que fue una buena decisión la que tomó.
“Aparte te pueden reconectar, a la mejor es más difícil después, o más complicado, pero es reversible”.
Al igual que el galeno, es sabedor de que existe un 99.8 por ciento de efectividad y que existe ese margen de que de manera espontánea se puedan recanalizar los conductos.
Al plantear qué aconsejaría para quienes tienen prevista una intervención de esta naturaleza, comparte, “primero que lo piensen bien, yo porque fue una decisión personal, siempre esto es una decisión personal, que lo tomen así y pues esto soluciona muchas cosas”.
“Tampoco es una carta abierta para que andes haciéndolo sin protección por ahí, no, una cosa es que no embaraces a la gente y otra que te vuelvas inmune, al contrario, tienes que ir con más cuidado”.
Benjamín, antes de tomar esta determinación, valoró que no tenía pensado tener hijos, pues eso fue su principal motivación.
Así que en Pachuca se intervino en la Beneficencia Española, donde le explicaron el procedimiento, “me presenté y de volada, sin bronca, no duele”.
No obstante, recomienda a quien lo tenga pensado “que la piense bien, yo la recomendaría a los güeyes (sic) que ya tienen muchos hijos, o a los güeyes que no quieren tener responsabilidades, que no quieren tener descendencia verdaderamente. Lo tienen que analizar de a de veras”.
Mujeres y vasectomía
Las mujeres, en este tema, también externan su opinión, aunque prefieren no dar su nombre real, como el caso de Eli, quien se mostró a favor de que los hombres se hagan esta intervención, “ya es tiempo que los chicos también apoyen”.
Denisse piensa al respecto, “pues ellos tienen el mismo derecho que nosotros en no tener hijos y operarse, no sé las demás pero respeto cada pensar de cada quien”.
Consultada, Regina opinó, “pienso que son unos irrespetuosos de la naturaleza y que no tienen fortalecida su voluntad, como para poder decir cuando no es dable la relación sexual, en caso de querer evitar la fecundación”.
En tanto, Lulú Mora considera, “para empezar, todos los problemas del mundo radican en la sobrepoblación, lo que debemos empezar a hacer para cambiar la economía, el medio ambiente, etc., etc., es dejar de hacer hijos a lo menso, entonces cualquier método que ayude a ya no tener hijos es bien recibido”.
“Debería ser obligatorio para todos aquellos hombres después de haber tenido un hijo, así nos evitamos tantos problemas”, y añade, “igual en las mujeres, un hijo y ya, la operación”.
Anita reflexionó sobre el tema, “yo creo que si eres joven, algún día puedes llegar a enamorarte y casarte y además la vasectomía sólo se les hace a hombres mayores, no a hombres jóvenes”.
Por último, Cereza expuso, “ojalá mi esposo se la hiciera para poder tener sexo sin cuidarme, estoy harta de cuidarme y del miedo eterno de quedar embarazada”.