Pensar en jubilarse a los 60 años, cuando aún se tienen fuerzas para emprender un “negocito” propio y obtener un ingreso extra que permita complementar la muy menguada pensión y contar con dinero para comprar medicinas, pagar consultas médicas o estudios clínicos, sin depender del  sector salud y sus citas semestrales, es un sueño que compartí con muchísimos más y que de pronto se esfumó.

Y es que no una ley, sino un artículo transitorio, permite que el IMSS retenga el 60% de lo acumulado en la Cuenta de Ahorro para el Retiro, en una Afore, y el trabajador reciba sólo un 40%. ¿La razón esgrimida por el Seguro Social? Que necesita ese dinero para pagar la pensión del ex trabajador… sin considerar todo lo aportado, con ese fin, durante años, por el gobierno federal, el o los patrones y el propio trabajador.

Aunque sin planes aún de “dejar el barco”, tuve la oportunidad de consultar a un especialista en tramitar pensiones laborales y mayúscula fue mi sorpresa al conocer que por ese “transitorio”, el IMSS se embolsa, sin más ni más, el grueso de los ahorros  de toda una vida laboral. Extra, claro está, de lo aportado de manera tripartita durante la misma.

¿Pero hay una reforma legal que sustente este robo… perdón, esta medida? Pregunté al especialista. “No, porque es someterlo a votación en el pleno del Congreso y, sobre todo, llamar la a atención hacia esta medida de la que el trabajador se entera hasta que se jubila, pues déjeme decirle que muchos trabajadores ignoran incluso en qué Afore manejan su cuenta.  Por eso se sustenta, tan sólo, en un artículo transitorio”, fue la respuesta.

Tenemos así que una persona que ahorró en su Afore 500 mil pesos durante 40 años de trabajo, sólo recibirá 200 mil pesos; los otros 300 mil pesos son entregados al IMSS en automático por la Afore.

El que el IMSS enfrente una situación financiera de crisis no es nada nuevo. El pago de pensiones, sobre todo las super ventajosas condiciones de su propio personal, en base a su Contrato Colectivo de Trabajo, le tienen en esa condición. Eso y una administración bastante discrecional por parte de quienes lo han dirigido desde enero de 1943, cuando fue creado.

¿Entonces no hay  ninguna salida?, pregunté. “Pues aparentemente no;  el descuento se hace en automático cuando usted retira su ahorro de la Afore. Incluso ese descuento ya viene contemplado en los estados de cuenta que por lo menos anualmente debe hacerle llegar la Afore”, se me  respondió.

En días pasados tuve la oportunidad de preguntar a quien se supone es el mayo expertos en seguros: Mario Di Constanzo, presidente de la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Codusef). Comprobé entonces lo espinoso que resulta abordar el tema.

¿Señor, qué autoriza al  IMSS quedarse con 60% de lo ahorrado en la Afore por un trabajador?

-Sí, sí le entregan ahorro del Afore-,

¿Pero sólo entregan el 60%, no la totalidad de lo ahorrado?

-Acuda a su Afore para que le detallen cuánto recibirá al jubilarse-.

¿Pero tengo entendido que no hay una ley que sustente esa medida?, insistí.

-Como ley no, pero  hay un transitorio. Pero vaya al Afore o a la Condusef para que le detallen información-. Mejor me ahorré el decirle que ya había acudido a ellos.

Pero me he podido enterar, a través de Internet, que existen mecanismos para evitar la medida, como buscar un abogado laboral para presentar una demanda ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Solo que en este caso el abogado exigirá recibir un 50% de lo acumulado en la Afore, como pago. Definitivamente ley y justicia no son lo mismo.

 

✉️ dolores.michel@gmail.com