El partido del presidente de Argentina, Mauricio Macri y sus aliados, acaba de obtener un amplio triunfo en las elecciones legislativas del 22 de Octubre. Desde su inicio hace casi dos años el gobierno de Macri atacó las conquistas sociales y laborales, produjo una ola de despidos masivos y reprimió con dureza cualquier manifestación de protesta. También rápidamente se conoció la implicación de empresas de Macri en los “Panama Papers”.

Con su gobierno cayó espectacularmente el nivel de vida de la mayoría y aumentó la pobreza. Dentro de ese panorama, la reciente desaparición de un joven que apoyaba la lucha del pueblo mapuche en defensa de su tierra contra el emporio de Benetton, conmocionó al país, retrotrayéndolo a la época más negra de la dictadura militar.  (“Argentina, otra vez los desaparecidos”, 17/08/2017).

Grandes movilizaciones y un reclamo que no cedió en ningún momento obligaron a que el cuerpo apareciera oportunamente poco antes de las elecciones. Ante este panorama se podría pensar que habría algún tipo de voto de castigo al partido en el gobierno. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.

El 28 de Julio de 2016 en esta columna (“Democracia y manipulación de la opinión pública”) se reprodujo un párrafo del libro “Propaganda”, de Edward Louis James Bernays (1891−1995) del año 1928  y que sirvió de fuente de información e inspiración para el régimen nazi. Vale la pena volver a citarlo ahora: La manipulación deliberada e inteligente de los hábitos estructurados y de las opiniones de las masas es un elemento importante en las sociedades democráticas. Aquellos que manipulan este oculto mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder dirigente de nuestro país.

Somos gobernados, nuestras mentes están amoldadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran medida por hombres de los que nunca hemos oído hablar”. Un fuerte apoyo de medios que propagan la ideología del macrismo trabajó para distorsión de la realidad según lineamientos similares a los enunciados en “Propaganda” y colaboró para la victoria del macrismo.

Otro factor incidió en el resultado. Es el que se enuncia en el título de esta columna. Con los ataques a la educación pública argentina, se ha deteriorado la enseñanza de la historia y la formación cívica y humanista. En contraste con la acción de los que siguen reclamando justicia en algunos casos por hechos ocurridos hace más de 40 años, muchos jóvenes ignoran la historia del país y viven sin memoria.

En Argentina un joven de 16 años no puede conducir un automóvil, pero puede votar. La medida fue introducida en el año 2013 y el voto es optativo para quienes tienen 16 y 17 años pero obligatorio para los de 18 o más años. Sin memoria y sin formación, el voto de muchos jóvenes es fácilmente manipulable. Es el voto  que representa ese sector de la población  que es menor de edad no sólo por los años sino fundamentalmente por la madurez que no tiene.

El futuro dirá si esa parte del electorado llegará a despertar.

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