Tradiciones como el Xantolo han colocado a Hidalgo en el quinto sitio de destinos turísticos sin playas y en el décimo tercero de todo el país, y en el caso concreto de esta festividad de Día de Muertos, este año se espera que atraiga a un millón de turistas y visitantes, con una derrama económica de entre 250 y 300 millones de pesos, informó el secretario del ramo, Eduardo Baños Gómez.

El funcionario anunció además que a partir de este viernes y hasta el  3 de noviembre estará montado en la Plaza Juárez El Altar más Grande del Mundo, esperándose conseguir el Record Guinness en esta categoría.

“Yo espero que mañana ya esté listo; tendrá más de 700 metros cuadrados, superior al de Jalisco, que tiene más de 500 metros”, señaló el funcionario, para destacar que además “este altar no nos está costando ni un peso; son participaciones de universidades, de municipios, de particulares que tienen elementos y los están llevando ahí”.

Agradeció en especial al municipio de Acaxochitlán la aportación del aserrín multicolor que permitirá extender este altar, al que invitó a los hidalguenses a disfrutar.

Baños Gómez destacó la importancia del Xantolo en todos los municipios de Hidalgo, algunos con más vistosidad que otros, con más o menos elementos propios del festejo, “pero a donde se vaya en estos días hay celebración de muertos.”

Indudablemente, dijo, las festividades que más capturan la atención, por su música, personajes, gastronomía, etcétera, es el Xantolo, en la Sierra y Huasteca, pero resaltó también la importancia que reviste esta tradición en el Valle del Mezquital o la región Omoti-Tepehua.

Informó que se trabaja de manera coordinada con las corporaciones policíacas, con las instituciones de Protección Civil, con las autoridades sanitarias y prestadores de servicios turísticos, para brindar confort y seguridad a visitantes y turistas que lleguen a la entidad.

Destacó el “gran cartel” que se ofrecerá en Pachuca, con actividades en el cementerio, en la Plaza Independencia, en diversos puntos de la ciudad.

Pero sobre todo enfatizó el rescate que se ha hecho de estas tradiciones, “pues ya no se hablaba del Xantolo sino del Haloween, y en lugar de nuestros altares, de nuestra música, danzas y costumbres, los que ya tenemos 50 años crecimos viendo la calaquita extranjera.”

Actualmente las autoridades estatales, municipales, las educativas, en coordinación con la sociedad civil, llevan hoy en día a niños y adolescentes a conocer, apreciar y sentir orgullo por “lo nuestro, lo que heredamos de nuestros ancestros, por nuestra cultura”.