Difiere el cristal con que miran la SEPH y la Canadevih el incremento en la demanda de atención en Educación Básica, de alumnos llegados del Estado de México y la capital del país, y que Sayonara Vargas adjudica a familias que emigran a Hidalgo buscando escapar de los sismos.
Para los constructores la emigración, es decir, la demanda de viviendas en Hidalgo no ha crecido, “y si hay más demanda en escuelas públicas se debe quizá a que los padres ya no pueden pagar colegiaturas.”
En su reciente comparecencia ante la LVIII Legislatura, la secretaria de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), Sayonara Vargas, informó a los legisladores de un incremento en la demanda de atención en escuelas públicas de Educación Básica, a raíz de los sismos del mes de septiembre.
No precisó la funcionaria cifras al respecto, pero habló de un “sensible” incremento en las solicitudes de inscripción en los planteles de educación pública, el cual adjudicó, a su consideración, a la llegada a Hidalgo de familias que no quieren volver a vivir el drama de los sismos recientes.
Difiere sin embargo, de esta apreciación, el presidente de la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda en Hidalgo (Canadevih), Jorge González Corona, al señalar que la llegada de las familias de las que habla la funcionaria no se ha reflejado en la demanda de viviendas.
Cerrará el año con la colocación de unas 10 mil viviendas financiadas principalmente por Infonavit y Fovissste, conforme a lo estimado inicialmente, reportó el empresario.
“Si hay más demanda en escuelas públicas pudiera deberse entonces a que padres de familia ya no pueden seguir pagando colegiaturas”, aventuró el empresario, para hacer notar que las familias que emigran a Hidalgo además de escuelas requieren de viviendas.
Subrayó que la experiencia que se tiene de los sismos de 1985 es que las familias que emigraron lo hicieron a estados del sur, como Morelos, y no a Hidalgo.
“Pero ahora, que cuentan con apoyos oficiales para reparar sus viviendas o reconstruirlas, difícilmente emigrarán”, consideró el desarrollador.
