Sellada la coalición opositora promovida por el PAN, PRD y MC a nivel nacional con la candidatura a la presidencia de Ricardo Anaya; resta por conocer las ofertas políticas que presentarán dichos institutos políticos para competir por los escaños en el Senado y la Cámara de Diputados.

De manera sorprendente – por su desfachatez e incongruencia – dos viejos lastres de la política local han presentado su registro para ocupar una curul en el Senado. Se trata de José Guadarrama Márquez y Francisco Xavier Berganza. Dos políticos francamente impresentables.

Obtusa, ecléctica y contrahecha – por decir lo menos – resulta la manifestación de estas personas por aspirar a la cámara alta. Debido a que ninguno de los dos tiene un trabajo medianamente reconocido en el estado de Hidalgo. Muy por el contrario, son recordados por su advenediza presencia sólo en tiempos electorales.

Francisco Xavier Berganza, tuvo cierta fortuna en la música en la década de los noventa. Pero  su paso por la política ha sido intrascendente. El oriundo de Apan pero radicado desde niño en Tulancingo, fue Diputado Federal bajo las siglas del PAN en 1997. En 1999, fue candidato al gobierno del estado de Hidalgo por ese mismo partido. Al perder dicha contienda, se integró a las filas del PRI, donde trabajó en la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa. Para su mala fortuna, aquel candidato perdió y a partir de ese momento los problemas de Berganza fueron en aumento.

Primero se le acusó de secuestro, poco después, el cantante levantó un par de denuncias argumentando que había sufrido dos atentados que pusieron en riesgo su vida. A consecuencia de lo anterior, desapareció de la escena pública varios años.

En 2006, regresó a la política y lo hizo dentro deP las filas del Partido Convergencia (ahora Movimiento Ciudadano que integra la coalición antes citada). En aquella campaña logro colarse como candidato al Senado por la coalición “Por el Bien de Todos” y, para su fortuna, logró el escaño gracias a las generosas fórmulas de representación proporcional del sistema electoral mexicano. No obstante, en aquella campaña también estuvo cerca del escándalo ya que fue acusado de abuso sexual. El candidato logró un amparo y utilizó para su beneficio el fuero constitucional que le brindó su nuevo cargo público.

En 2016, retomó nuevamente su “militancia panista” para ser su abanderado al gobierno del estado de Hidalgo pero para su mala fortuna lo traicionó un exabrupto. Casi al final de la campaña en un debate televisado cuestionó de manera inadecuada e impropia la sexualidad de Omar Fayad Meneses contendiente priísta. Aquel desbocamiento tuvo una consecuencia mayor. Fayad, lo demandó por daño moral y ahora Berganza debe pagar 25 millones de pesos por tal acusación. Con estos antecedentes, Berganza pretende regresar al Senado cargando una pesada loza de desprestigio social.

Pero su contrincante a la fórmula para el Senado no tiene mejores cartas credenciales. José Guadarrama Márquez, quien fuera presidente municipal de Jacala cuando tenía poco más de 20 años, ha tenido una cuestionada carrera política. En su paso por la administración pública el egresado de la Normal Rural del Mexe, ha ocupado diversos cargos (Diputado, Secretario de Gobierno, Dirigente Campesino y Partidista). Hubo, sin embargo, un momento de quiebre en su ascendente trayectoria política cuando aspiró a ser candidato a gobernador por hidalgo por el PRI. Al ser relegado en dicha aspiración, Guadarrama renunció a su militancia en el PRI y encontró acomodo en el PRD. Ahí se hizo Senador gracias a su afortunada cercanía con el grupo dominante de los chucos (corriente interna comandada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes mantienen un férreo control en la cúpula del partido del sol azteca).

En el PRD, lo nombraron Secretario de Elecciones (por su conocida fama de alquimista electoral) y desde ahí opera con holgura para palomear candidaturas a nivel nacional. En su último intento por ser gobernador del estado de Hidalgo publicó su declaración patrimonial, y gracias a ello, nos enteramos que el profesor es una persona muy ahorradora.

Según declaró en 2016, tenía un sueldo casi 700 mil pesos anuales. Lo que equivale a 57 mil pesos de percepciones al mes, que a comparación con lo que percibe la mayoría de los hidalguenses, resulta elevado. En cuanto a bienes inmuebles, Guadarrama informó tener dos casas en Hidalgo, una adquirida en 1987, con un valor de 5 millones de pesos; la otra la compró en 1980 y le costó 3 millones de pesos. También declaró la compra de un departamento en la Ciudad de México, adquirido en 2009 y cuyo costo fue de 9 millones 300 mil pesos; además de dos terrenos, uno de 250 metros, con un valor de 500 mil pesos y el otro de 2 mil metros, el cual fue una herencia.

Resulta muy curioso que desde la administración pública y después, desde los cargos de representación popular y partidista, el nuevamente aspirante al Senado, tenga un patrimonio abultado. Mucho más elevado que el promedio de personas que viven en el estado de Hidalgo.

Con estos aspirantes al Senado es justificable que las personas se decepcionen de la política. Ojalá que los hidalguenses tengan otras opciones que logren oxigenar la política local. Esta última, secuestrada por personajes que sólo se aparecen cuando existe la posibilidad de lograr una candidatura a cargos públicos.

 

Enrique López Rivera

✉️ lore750715@gmail.com

Twitter: @2010_enrique