Por la manera en que se desarrollan los tiempos políticos no cabe duda que para la ciudadanía, los militantes de los partidos y hasta los que no han votado y piensan o deben hacerlo esta vez, deben estar más que convencidos de lo que van hacer y más que nada a quién van apoyar para un gobierno de la República de seis años para un Senado del mismo periodo, así como para un Congreso local de tres años.

Si bien en el primero de los casos para una minoría ha sido lo mejor que les ha pasado, para la gran mayoría a juzgar por los comentarios de café, en las calles y hasta en las mesas familiares ya se cuentan los días para que el actual sexenio se termine por las razones que les afectan y que son entre otras la inseguridad,  los constantes incrementos a los precios de todo tipo de productos y servicios, entre otros factores que al parecer van a ocasionar que el voto sea más que pensado y razonado, y que esta vez no haya errores al aplicarlo ni de sistemas al momento del recuento de votos.

Aunque en estos momentos ya se ven casos en los que los partidos no tienen mayor enemigo que los funcionarios y autoridades emanadas de sus propios institutos políticos para poder enfrentar de acuerdo a sus metas de partido, grupo y personales, el actual proceso electoral en todas sus modalidades debido a que saben bien que son  sus actitudes y acciones los que los pueden llevar al triunfo o al fracaso electoral y que es este factor su peor contrincante.

Para comenzar no saben la manera de convencer al electorado de que verdaderamente se cumplió con las expectativas, de que todo lo que se prometió, se ofreció, se firmó  e incluso lo que recibieron como propuestas, no fue siquiera atendido y mucho menos cumplido, por lo que ahora enfrentan no es un problema que se pueda resolver nuevamente con palabras y las promesas o propuestas de cada periodo de elecciones sin importar el tipo de estas.

A pesar de que las estructuras de muchos de estos institutos políticos ya trabajan de la mano con sus senadores, funcionarios de los diferentes niveles, senadores, diputados, alcaldes y hasta representantes de comunidades o colonias, quienes no saben qué cara poner para  tratar solamente que se escuchen las propuestas de sus candidatos,  siguen creyendo que con regalos, despensas, una que otra obra de las cientos que ofrecieron sus partidos y candidatos en su  momento van a poder convencer al electorado de que cometa el mismo error.

Pero muchos que piensan ya en un cambio, en una nueva alternancia, aseguran que si de alguna manera los aspirantes a los diferentes cargos pretenden asustar a la población de que sí hay un cambio de partido y personaje en el gobierno en todos sus niveles la situación sería peor, muchos se preguntan si en verdad puede haber algo peor a lo que actualmente se vive en todos los sectores de la sociedad, de lo cual parece que nadie ha podido escapar.

Por esa razón y muchas más, hay quienes manifiestan ya que es mejor dar el beneficio de la duda a otras propuestas, además de manifestar que si de alguna manera la situación empeorara, los primeros responsables serán quienes en estos momentos se encuentran en las esferas del poder, porque con sus acciones y actitudes son los que obligan a la población a creer en lo que dicen los demás aspirantes y no en las mentiras de siempre de los mismos grupos de políticos, que de alguna manera pretenden ganar para beneficio propio y de sus grupos.