El secretario de Salud, Marco Antonio Escamilla Acosta acompañado de una comitiva de medios de comunicación, realizó una visita sorpresa a dos hospitales de la capital hidalguense, para comprobar que el abasto de medicamentos fuera superior al 90 por ciento, encontrando que el Hospital Obstétrico situado en Piracantos tiene un suministro del 97 por ciento y el Hospital General un 95 por ciento en lo referente a medicinas.

En ambos hospitales, el secretario de Salud constató que el material gastable en los dos nosocomios se encuentra suministrado en un 95 por ciento.

La primera visita del secretario fue en el Hospital Obstétrico, enclavado en la colonia Piracantos de Pachuca, a donde acudió acompañado del subsecretario de Prestación de Servicio, Armando Baños Álvarez; Ignacio Valdez Benítez, subsecretario de Administración y Finanzas; José María Busto Villarreal, director de Atención Hospitalaria.

Allí visitó el área de Farmacia, donde la responsable de la farmacia, María Guadalupe Escamilla Mendoza, compartió que el reporte salido ayer por la mañana es que el abasto en el Hospital Obstétrico era que de material de curación estaban en un 95 por ciento de abasto y el de medicamento en 97 por ciento, “de hecho hemos estado hasta en un 99 por ciento en algunos casos”.

Refirió la encargada que desde hace unas 8 semanas a la fecha han tenido más del 90 por ciento de abasto en ambos rubros en este nosocomio.

Reconoció que se ha trabajado mucho mejor en el tema en la actual administración, y dijo que hay una mayor conformidad por parte de los pacientes, ya que sus medicinas se surte al 95 por ciento.

La encargada reveló que la mayor demanda de medicinas es de analgésicos y antibióticos, y en lo referido al suministro de medicinas para embarazadas con hipertensión o diabetes, dijo que se refieren con las autoridades del hospital y se consigue el medicamento para tratar cualquier sintomatología de las gestantes.

 

Visita sorpresa al Hospital General

La segunda parada del convoy de periodistas y personal de la SSH fue el Hospital General de Pachuca, donde el secretario acudió a supervisar personalmente la situación de la farmacia del nosocomio.

Mónica Gómez Vázquez, responsable de la farmacia del Hospital General de Pachuca, refirió que el abasto de medicinas está arriba de un 95 por ciento, donde los fármacos más demandados son los de uso para enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes e hipertensión.

Y en lo referido a material gastable, el General está con un 95 por ciento de abasto en material gastable de curación, señalando que desde finales del año pasado ya tenía un abasto entre el 90 al 95 por ciento de medicamentos.

Explicó que en caso de no contar con algún medicamento, a los pacientes se les extiende un vale para que acudan a la farmacia Hersa o a la farmacia Boticario, que está a una cuadra del nosocomio.

La expedición en medicinas a través de vales varía, detalló la encargada, ya que se piden poco, porque tienen poco desabasto de medicamento y como la población en este hospital es muy grande, por lo regular surten de 300 a 500 recetas, “de ahí tenemos una cantidad pequeña de vales que surtimos”.

En el lugar, algunos pacientes se acercaron al secretario de Salud para pedir apoyos, como el caso de la señora Ana, que requería una crema de estrógenos para su tratamiento oncológico que no estaba en el cuadro básico de medicamentos, a lo que el doctor Escamilla Acosta dijo que era un ejemplo de que también se apoya a través de Patronato o Patrimonio de Salubridad.

Pidió al subsecretario Armando Baños Álvarez, que a través de Patrimonio, en los siguientes dos meses se le pueda proporcionar su crema, “estos son casos especiales, esa es la otra parte del 10 por ciento que no se tiene, porque esa crema es muy raro que se recete, pero en este caso nos ayudamos de Patrimonio y la señora a fin de cuentas sale con su receta surtida”.

En el trayecto, el secretario de Salud compartió que el aumento en el abasto de medicinas también incluye al Hospital Psiquiátrico de Villa Ocaranza, aunque ahí se maneja medicamento controlado y la situación era más dramática, ya que cuando llegaron, el abasto era de menos del 10 por ciento de medicinas para los pacientes con enfermedades mentales.