En lo referente a enfermedades respiratorias, en el acumulado del año 2017 y lo que va del 2018, la Secretaría de Salud de Hidalgo tiene registradas hasta el corte del viernes pasado, 13 mil 154 casos, lo que representa una disminución del tres por ciento, en relación al año 2016, donde se presentaron 13 mil 558 casos.
De acuerdo con el Informe Semanal de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud federal, las dos primeras semanas de enero de 2018, se registraron en Hidalgo, 474 casos de Infecciones Respiratorias Agudas, en la primera semana, aumentando a 680 casos en la segunda semana de enero.
Según este informe, Hidalgo fue de las entidades federativas que presentaron el menor decremento de casos de infecciones respiratorias agudas, en lo referente a la segunda semana epidemiológica, con un 41.9 por ciento.
En cambio, las entidades que resultaron con un mayor número de casos en el país fueron Aguascalientes, con mil 113 casos, seguido de Zacatecas con mil 098 y Tlaxcala con 938.
Con los fríos, a nivel nacional se incrementó en 19.9 por ciento el número de casos en la segunda semana del 2018, con respecto a la penúltima semana del 2017.
De acuerdo con los datos de la Dirección General de Epidemiología, los niños menores de 1 año y los que están entre el 1 y los 5 años de edad son los más sensibles a presentar infecciones respiratorias, seguidos de los adultos mayores entre 60 a 64 años de edad.
Ante las bajas temperaturas que van a continuar, la Secretaría de Salud de Hidalgo exhortó a extremar las medidas preventivas para evitar infecciones respiratorias, ya que seis de cada diez consultas en el Sector Salud corresponden a enfermedades respiratorias.
Para evitar infecciones, la SSH recomendó el lavado frecuente de manos, evitar cambios de temperatura y abrigarse bien antes de salir, cubriéndose nariz y boca, teniendo especial cuidado en niños menores de 5 años.
Y si ya se enfermaron, aconsejó a los enfermos a no acudir a lugares concurridos, toser o estornudar cubriéndose con un pañuelo o con el ángulo interno que forman el brazo y el antebrazo, consumir abundantes líquidos, frutas y verduras ricos en vitamina C y D y no automedicarse.