En el segundo mes del año continúan los aumentos de precio “hormiga”, que van desde unos centavos a unos pesos, pero se resienten en el bolsillo popular, al acumularse.
En los últimos días se resienten incrementos en los precios de algunos alimentos como el chayote, que alcanza los 18 pesos en la Central de Abastos y hasta los 22 pesos en supermercados, o el pepino, que se vende entre 18 y 19 pesos en la central, y hasta en 24 pesos en las tiendas de autoservicio.
O las cajetillas de cigarros, que fueron siendo incrementados entre uno y dos pesos en los últimos días, de acuerdo a la marca y la demanda que tienen cada una.
Incluso las cajas de cerillos, tan populares, que se vendían en un peso, hoy cuestan ya entre 1.50 y tres pesos, en tiendas de esquina y de conveniencia.
Han subido de precio también los pastes, en pequeñas tiendas que los producen, a razón de un peso la pieza y con el argumento de que la papa, la carne, las carnes frías, “todo ha subido.”
Las bolsas con “pan de caja” se han encarecido igualmente, y aquellas que se vendían en 34 pesos ahora se ofrecen en 35 pesos, mientras que los paquetes de galletas populares cuestan ahora entre .50 centavos y un peso más.
“¡Los focos están carísimos!”, exclama una consumidora en una tienda de autoservicio, al observar que los “ahorradores” que costaban entre 24 y 27 pesos han desaparecido y los más económicos, de menor voltaje, alcanzan los 34 pesos. De los antiguos focos incandescentes, que se vendían en tres y cuatro pesos “¡ni sus luces!”.
Aquellos tacos de canasta que se vendían 5X10 nada más el recuerdo queda, pues ahora su precio ronda entre los 4.50 y cinco pesos el taco, mientras que los tamales de ocho pesos, 10 en torta de telera, ahora se venden en 10 pesos.
Quienes gustan de pasar por un vaso con café en tiendas de conveniencia antes de dirigirse al trabajo, ahora se encuentran conque los precios se han incrementado en uno y dos pesos, dependiendo la marca del aromático.
Subieron también los precios de las “supertortas” que se venden por doquier, cuyo precio se eleva en base al número de ingredientes. En los puestos han desaparecido aquellas que costaban 26, 27 o 30 pesos, para dar paso a las que cuestan, como mínimo, 32 pesos.
Es el caso también de los vasos con fruta picada, nieves o bolsas con frituras de harina, que ya no se consiguen con precio inferior a los 15 y 10 pesos. Eso sí, con abundante Valentina y Miguelito.
“Así parece ser el asunto ahora, nada de alzas de precio bruscas, todas de centavitos o pesos, para que no se sienta mucho, pero al final del día vemos cuánto ha subido todo”, comentó José Luis Gómez, empleado bancario en la Plaza Gran Sur.