Todo indica que los señalamientos que prohíben el estacionamiento en las laterales del Camino Real de la Plata, en la Zona Plateada, fueron colocados con fines recaudatorios, pues sin espacios suficientes de estacionamiento en la dirección Oriente-Poniente, se estacionan vehículos en doble y hasta triple fila.
No obstante esta situación, los agentes viales destacados a la zona escogen al azar a los que infraccionan, o sólo lo hacen a los vehículos que desconocen por no estacionarse diariamente en los mismos sitios, o los que son señalados como indeseados por los vigilantes de las dependencias oficiales que se ubican en este sitio.
Responden también los agentes viales –se conoció-, a las quejas de los encargados de vigilar los ingresos a los fraccionamientos habitacionales en este lugar, lo que exigen tener despejados sus frentes e incluso colocan “pinos” de plástico naranja para conseguirlo.
“Aquí cada vigilante se encarga de apartar los espacios para su gente, y cuidado y venga un extraño a quererse estacionar… luego luego le echan a la patrulla”, comenta un empleado de una dependencia del gobierno estatal, que pide omitir su nombre.
Ocurrió así el jueves anterior, cuando una patrulla se detuvo a infraccionar y retirar la placa de un auto estacionado en “sitio prohibido”, sin sancionar a los numerosos vehículos en doble y triple fila que diariamente se estacionan así frente a las oficinas de una dependencia estatal.
Acudir a esta zona, en donde se ubican oficinas gubernamentales estatales y federales, es un serio problema para quienes se ven en la necesidad de hacerlo, pues los cajones de estacionamiento en estos edificios públicos están saturados con los vehículos oficiales y el personal debe estacionarse en sitios prohibidos en doble y triple fila. Para los visitantes simplemente no hay espacio sin riesgo de multa.
“Aquí el negocio sería un edificio de estacionamiento o uno habilitado con ese sistema de cajones encimados; saldría más barato pagar estacionamiento que estar pagando multas”, se comentó.
El servicio de estacionamiento ya es negocio en algunos predios vacíos en la zona, en los que se emparejó el terreno, se cubrió con tepetate en el mejor de los casos, o con simple tierra, y se señalaron los espacios con cal. La tarifa es de 20 pesos la hora sin recibo a cambio y mucho menos, un seguro contra daños o robos de la unidad.
Algunos salones de fiesta, como Aleria, ofrecen servicio de valet parking, mientras que negocios como restaurantes no dudan en llamar a la patrulla, que llega con grúa, para retirar a quienes ocupan sus cajones de estacionamiento pero sin consumir.
El resto del tiempo encontrar un espacio vacío para estacionarse, pese a los círculos oficiales que lo prohíben, es cuestión de suerte, la que luego puede volverse en contra al regresar al vehículo y encontrarlo sin una placa y la boleta de infracción en el parabrisas.