Más allá de la muerte de la niña Jazmín Alpízar Robledo, en Tula, defunción que llegó a asociarse a la aplicación de la vacuna VPH, es un hecho que las vacunas salvan vidas porque previenen enfermedades, complicaciones y muertes, además de fuertes gastos económicos para las familias y el estado.

Rodrigo Romero Feregrino, de la Asociación Mexicana de Vacunología, destacó que los recientes brotes de enfermedades prevenibles con vacunación en el mundo como Sarampión en Europa y Fiebre amarilla en Brasil, así como brotes en nuestro país como Hepatitis A en la comunidad indígena de Suchitlán, Colima, con 17 casos positivos en niños entre siete y 12 años de edad, han obligado a una vacunación masiva para tratar de contenerlos.

“Estos brotes nos hacen reflexionar nuevamente sobre la importancia de la vacunación y reafirmarla como la mejor estrategia para prevenir enfermedades y evitar muertes.”

Recordó que en México y gracias a la vacunación “hemos logrado erradicar y controlar enfermedades, pero es indispensable mantener las coberturas adecuadas aplicando las inmunizaciones a la población, informando sobre las situaciones reales que están pasando dentro y fuera del país, evitando el desabasto de vacunas, incluyendo nuevas vacunas en los esquemas nacionales de vacunación y sobre todo llevando la vacuna a todas las personas, para que todos tengamos las mismas oportunidades de no enfermar.

El especialista expuso cinco razones para vacunarse, no sólo los niños sino también los adolescentes, adultos y adultos mayores, y recordó, como la primera de ellas, que las vacunas aplicadas en la infancia “no son para toda la vida.” Algunas, como la de la difteria, la tosferina y el tétanos deben aplicarse cada 10 años.

Hay vacunas, además, para las distintas etapas de la vida, algunas para aplicarse en la adolescencia o la vida adulta, como es el caso de la influenza, el Papiloma Humano, la neumonía, herpes zóster, entre otras.

Además, año con año se desarrollan nuevas vacunas que no existían en la infancia de los que hoy son adultos o adultos mayores, como es el caso de las vacunas contra el cáncer cervicouterino, la hepatitis B, el herpes, entre otras.

El doctor Romero Feregrino destacó además que cuando una comunidad está vacunada contra una enfermedad infecciosa, es menos probable que pueda haber un brote o epidemia ya que un alto porcentaje de esa población se encuentra protegida.  Actualmente, alertó, las bajas coberturas de vacunación y la subutilización de algunas vacunas están provocando brotes de enfermedades prevenibles, algunas de las cuales ya estaban previamente controladas con la vacunación.

Destacó finalmente el costo-beneficio de las vacunas, y subrayó que son una de las inversiones en salud más exitosas de la historia. Tan sólo, la erradicación mundial de la viruela, costó 100 millones de dólares a lo largo de 10 años hasta 1977, lo que ha permitido ahorrar 1,300 millones de dólares al año, sólo en costos de tratamiento y prevención.

“En México seguimos comprometidos en incrementar el acceso a las vacunas a través de políticas de largo alcance, y de programas y alianzas que permitan reducir la brecha de accesibilidad y disponibilidad de vacunas. No debemos olvidar que nuestro país se comprometió en el Plan de Acción Global de las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que en la Cartilla Nacional de Vacunación estén incluidas al menos 25 vacunas que previenen 25 enfermedades infecciosas al término del 2021.”