El voluntariado es el trabajo de las personas que sirven a una comunidad por decisión propia, libre, gratuita, de manera altruista y solidaria, frente a situaciones de vulneración, privación o falta de derechos u oportunidades para lograr una mejor calidad de vida, siempre tratando de alcanzar una mayor unión y justicia social.

El voluntariado ha resaltado tanto en el ámbito nacional como en el internacional, por ejemplo, el doctor Teljan Jounisbekov, quien empezó a ejercer la medicina cuando Kazajstán aún formaba parte de la Unión Soviética, sus conocimientos le brindaron la oportunidad de prestar servicio en Burundi como parte del programa de ayuda internacional de la Unión Soviética para África, que se caracterizaba por enviar profesionistas al extranjero, su pasión por el voluntariado, su extraordinaria dedicación y compromiso, junto con sus conocimientos y actitud única, ayudaron a salvar muchas vidas, fue esta dedicación la que convirtió a Teljan en el primer voluntario de las Naciones Unidas internacional procedente de Kazajstán.

En el ámbito nacional desastres naturales como el sismo que sacudió a México el pasado diecinueve de septiembre de dos mil diecisiete, nos dan la oportunidad de ver la solidaridad que las y los mexicanos tenemos hacia nuestros semejantes, pues en esa fecha, hubo muchas personas que dejaron a un lado sus actividades cotidianas para brindar ayuda a quien en ese momento la necesitaba ya sea desde la calle cargando escombros, hasta en los albergues para recibir a los que perdieron su hogar o necesitaban alguna ayuda a consecuencia del fenómeno natural.

Otro claro ejemplo del voluntariado en nuestro país es La Cruz Roja Mexicana, cuya institución no lucrativa, de interés social y voluntaria, presta auxilio a la población que se encuentre en riesgo o en desastre, es parte de la Organización Internacional Cruz Roja y Media Luna Roja, cuyo fin es aliviar el dolor humano mediante atenciones inmediatas en función de cada situación en particular.

La Cruz Roja Mexicana data de lo sucedido el veintisiete y veintiocho de agosto de mil novecientos nueve, cuando el norte de México fue violentado por una serie de lluvias torrenciales que ocasionaron graves desastres en la ciudad de Monterrey y el estado de Nuevo León que afectaron a más del cincuenta por ciento de la población; motivo por el cual, la ayuda partió de la Ciudad de México el tres de septiembre de ese año, al frente de la brigada y como responsable de los socorros, se encontraba el doctor Fernando López y su esposa Luz González Cosío de López, acompañados por un grupo de amigos partieron con rumbo al norte del País, a donde llevaron víveres y ayuda humanitaria, fue así como se constituyó la primera brigada de la Cruz Roja Mexicana, a partir de entonces, la señora Luz inició un arduo trabajo que vino a rendir frutos cuando el veintiuno de febrero de mil novecientos diez, se expidió el decreto número 401, por el cual se reconoce oficialmente la creación de la Cruz Roja Mexicana.

En otro orden de ideas, y como dato relevante debemos saber que el diecisiete de diciembre de mil novecientos ochenta y cinco, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 40/212, decretó el cinco de diciembre de cada año como el “Día Internacional de los Voluntarios”, esto para generar mayor conciencia en la sociedad sobre la importancia de los resultados obtenidos con el trabajo de aquellas personas voluntarias que ponen en primer lugar las necesidades de los demás antes que las propias para brindar una ayuda de cualquier tipo a quien más lo necesita.

El “Día Internacional de los Voluntarios” es una ocasión única para que los voluntarios, las comunidades y las organizaciones hagan visible su contribución al desarrollo, tanto en el ámbito local y nacional como internacional. Esta fecha ofrece a las personas y a las organizaciones de voluntarios la oportunidad de trabajar con gobiernos, instituciones sin ánimo de lucro, grupos comunitarios y los sectores académico y privado.

En la actualidad ser voluntario o voluntaria, sin duda, te hace más humano y exalta tu espíritu de servicio, generosidad, entusiasmo y valores; si bien, el tipo de voluntariado más conocido es el presencial, y sin duda alguna el más destacado, pues este radica en dedicar el tiempo personal y un horario para apoyar a alguna causa o institución, existen diversas formas de llevar a cabo el voluntariado, pues hay quienes, hacen un buen uso de la tecnología, a través de acciones por Internet, por ejemplo, firmando cartas de apoyo para organizaciones internacionales o nacionales, de tal manera se puede observar que el voluntariado virtual trasciende fronteras.

 

Lic. Ángel Calixto Santos

Visitador Adjunto B de Zacualtipán de Ángeles