Lamentan personajes de los diferentes sectores de la población, el que no haya encuestas que midan lo que la ciudadanía opina respecto al comportamiento de los integrantes de la clase política, quienes hasta el momento se han dedicado a lanzarse acusaciones como para intentar ganar la simpatía de la población por quien al final resulte ser el menos corrupto, para lo cual parece que han servido las precampañas y las intercampañas.

Lo peor de todo es que parece ser que antes que propuestas de solución a los problemas de la nación, quienes buscan llegar al máximo poder del país se empeñen en acusarse unos a otros, con señalamientos de los que aquellos que  levantan la mano y el dedo para señalar parecieren estar libres de culpa, sin darse cuenta que sí fueran honestos y hablaran con la verdad saben que perderían desde ese mismo instante.

Sin embargo parece que en esa búsqueda del poder por el poder  sin importar que con sus acusaciones puedan quedar en peores condiciones, todo indica que esa va a ser la principal tónica de los tres meses de campaña de los que a todas luces y de acuerdo a todo tipo de encuestas las que son a modo y las reales, saben que pelean por el segundo lugar o que simplemente buscan tener al final una salida decorosa que les permita al menos algunos cargos.

Pero tal parece que nada los va a detener por seguir con ese tipo de política que en tiempos  anteriores les ha dado resultado, además de que parece que no se han dado cuenta que algunos de sus operadores ya están con sus contrincantes, y que esta vez mientras unos pelean por dar a conocer al final de la contienda  a los mexicanos quién de ellos es el más corrupto, (aunque no hace falta que lo presuman), otros han actuado con más inteligencia y cuidándose de no cometer errores que puedan echar abajo todo lo ganado hasta el momento.

La realidad, es que esa es la clase de política a que se quiere imponer una vez más en México y en la mayor parte de los estados donde habrá comicios y de lo cual Hidalgo no escapa, ya que de alguna manera lo que sucede en las cúpulas de los partidos de manera irremediable se va a tener que reflejar en la entidad, donde los partidos políticos saben que no se mandan solos y que deben apoyar a sus Comités Ejecutivos Nacionales sin importar los resultados finales ya que en esos casos la lealtad ante todo es hacia sus partidos y no para la ciudadanía.

Por lo pronto habrá que esperar a que terminen las intercampañas, en las que se tendrá que reflejar un resultado y saldo de todo lo que unos y otros partidos, se lanzan para desprestigiarse sin importar  lo que pueda suceder de bueno o malo a la población porque una vez más con esas actitudes solamente dejan en claro una vez más que eso es lo que menos les interesa porque de lo contrario ya tendrían en estos momentos un cambio de actitud y realmente dejar atrás las acusaciones, la denostación la mentira y todo aquello que piden a los demás y que en su caso no practican.

El riesgo según especialistas en la materia, es que lleguen o se mantengan en el poder estos personajes que saben mentir, que no cumplen no promesas y propuestas y que aún  con todo lo que hacen contra sus “enemigos”, políticos saben que pueden caer en peores condiciones ante la baja credibilidad de la que gozan en estos momentos simple y sencillamente por hacer política contraria a lo que aseguran ser y hacer por la población que aún los sigue y que cada vez se decepciona más.