Este «puente» permitió anticipar el panorama que se tendrá en el Corredor de los Balnearios esta Semana Santa: ocupación al 100% de los centros acuáticos más grandes y modernos, en hospedaje dentro de los parques acuáticos, y saturación de carreteras, que recibirán este año al turismo salpicadas de “topes”.
“Si ahorita está lleno, en Semana Santa Dios nos agarre confesados”, comentó al respecto Juan Jesús “N”, empleado de uno de los cuatro parques acuáticos más grandes que se ofrecen en ese corredor: El Tephé, el Tepathé, Dios Padre y El Paraíso.
Centros recreativos que el sábado anterior estuvieron muy concurridos, según pudo observarse en un recorrido por ese corredor.
Estima la Asociación de Balnearios y Parques Acuáticos que en 68 de los balnearios afiliados a la organización, se recibirán un millón 650 mil turistas y visitantes únicamente del Viernes Santo al Domingo de Resurrección.
Aunque a sólo una semana de que se conmemore la Semana Santa, que iniciará el próximo domingo 25 de los corrientes, el pasado fin de semana los parques acuáticos estuvieron literalmente “a reventar”; un clima soleado y con una temperatura de 32 grados centígrados, atrajeron a miles de familias deseosas de darse “un chapuzón”.
En el parque Tephé, a las 10:00 horas ya se encontraban saturados el 70% -según cálculo somero-, de los espacios de estacionamiento, con decenas de autobuses de pasajeros de los que bajaban las familias armadas con “flotadores”, braseros, hieleras, mochilas con ropa, cestos con alimentos, etcétera.
En este parque, donde el precio por persona es de 140 pesos diarios –menores de un metro de estatura ingresan gratis y hay descuento del 50% para personas de la tercera edad y discapacitados, éstas últimas, atenciones que se repiten en todos los balnearios-, los ingresos se ven saturados no sólo por el elevado número de personas, sino por la revisión de los paquetes y mochilas.
En el Tepathé, segundo balneario más concurrido, las áreas de estacionamiento se observaron a las 11:00 horas ocupadas en un 50, 60% del espacio disponible, “pero el grueso de los camiones van llegando a las 12:00”, comentaron empleados.
En el parque acuático de Dios Padre, El Paraíso y Tlaco, se observaron los espacios muy concurridos pero con espacios entre las familias. “En Semana Santa se amontonan unos con otros”, aseguró Fidelia, comerciante de antojitos.
Corto en espacio en comparación con los anteriores, en el balneario Maguey Blanco el área de mesas y gigantescas sombrillas dificultaba ya desde ahora el paso. “Imagínese en Semana Santa”, se comentó.
