Con motivo del Día Mundial de la Salud Bucodental, la Secretaría de Salud estatal exhortó a los hidalguenses a tomar conciencia de que la salud bucal no solamente está en los dientes, sino que tiene relación con toda la estructura que conforma la boca, como son los labios, encías, paladar, lengua y piso de la lengua, puntualizó Fernando Hernández Morales, coordinador estatal del Programa de Salud Bucal de la dependencia.
El cirujano dentista señaló que este año también se llevará a cabo la cuarta edición del Seminario Interinstitucional de Salud Bucal, que reunirá a dentistas de todo Hidalgo para reforzar la capacitación en técnicas preventivas de enfermedades bucodentales como son las caries, gingivitis, periodontitis y halitosis.
“La enfermedad que regularmente afecta los dientes es la caries dental, y a la inserción de los dientes es la gingivitis y la periodontitis, y por ende tenemos mucho mayor pérdida de dientes por problemas de gingivitis que se agrava en periodontitis, que es lo que conocemos como sarro, que al convertirse en sarro suprangigival, o sea, por debajo de la encía, nos forma bolsas, afloja los dientes y se terminan perdiendo”.
Con este seminario que se organiza por instrucción del secretario de Salud, Marco Antonio Escamilla Acosta, se busca concientizar a los odontólogos de que continuamente eduquen a la población para que adopten buenos hábitos de higiene bucodental y se prevengan enfermedades.
Por ello, Hernández Morales enumeró las principales recomendaciones para mantener una boca sana, destacando en primera instancia el consumir 2 litros de agua potable al día, ya que la saliva protege nuestros dientes y actúa como barrera de protección frente a bacterias, por lo que su disminución o ausencia favorece el aumento de placa bacteriana.
“Beber al menos dos litros de agua diariamente te ayuda a adelgazar y a mantener limpio tu organismo. Hidratarse correctamente y generar suficiente saliva, ayuda a proteger tu boca”.
Recomendó proteger los labios, ya que con frecuencia nos olvidamos que los labios también requieren cuidados y protección frente a las agresiones externas, pues son especialmente frágiles, “si vas a exponerte al sol, utiliza un protector labial para hidratar y proteger tus labios”.
También aconsejó tener cuidado con la temperatura de los alimentos, pues aunque no se sufra de hipersensibilidad dental, hay que intentar evitar las comidas muy calientes tanto como las muy frías.
“Los dientes y la cavidad bucal sufren con las temperaturas extremas de los alimentos. Una sopa excesivamente caliente puede provocarte lesiones en lengua, encías y esófago; o un helado puede agravar la sensibilidad de tus dientes”.
Consideró que es mejor masticar chicle sin azúcar, aunque hizo énfasis en que los chicles y caramelos refrescantes no deben sustituir la higiene bucal.
“A pesar de que te dan un aliento fresco, el único modo real de eliminar la placa bacteriana, es mediante el cepillado de dientes, paladar, parte interna de las mejillas y lengua”.
Desde luego, destacó que se debe hacer el cepillado tras las comidas, pues el pH idóneo de la cavidad bucal es ligeramente alcalino, por lo que un pH ácido en nuestra boca provoca que el esmalte de nuestros dientes se desmineralice y se debilite, favoreciendo la aparición de enfermedades como la caries, la acumulación de sarro supragingival dentro de las encías, y patologías como la gingivitis y periodontitis.
Cuando comemos o bebemos algo, el pH de la boca disminuye y tarda un tiempo en recuperar su pH alcalino, durante este tiempo, el ácido ataca la dentina. Así que un hábito recomendable es adoptar el cepillado dental, dejando pasar no más de 20 minutos después de las comidas.
Importante es acudir al dentista 2 veces al año, ya que Hernández comentó, “si no lo quieres hacer por tu salud, hazlo por tu bolsillo. Prevenir es siempre la mejor manera de evitar tratamientos largos, molestos, dolorosos y costosos. Una visita cada 6 meses a tu dentista puede ahorrarte muchas molestias y mucho dinero”.
El cirujano dentista advirtió que el tabaco es un asesino de dientes, porque la nicotina provoca la vasoconstricción de las arterias y esta alteración del flujo sanguíneo es la causante de que la encía de un fumador reciba un menor aporte de sangre, oxígeno y células sanguíneas, fundamentales para la reparación y regeneración del soporte del diente.
Además, apuntó que se deben dejar de morderse las uñas quienes tengan esa práctica, pues es otra mala costumbre que puede afectar la integridad de los dientes.
“Además de las bacterias que introducimos en nuestra boca al morder las uñas o cualquier otro elemento, mordisquear continuamente deteriora el esmalte de los dientes, provocando micro traumatismos que pueden llegar a fracturar los dientes y ocasionar a largo plazo un aumento de la sensibilidad dental, como dolor al masticar y al ingerir alimentos fríos o calientes”.