La “bajada del Ángel” es uno de los principales atractivos que ofrecen las festividades religiosas de Semana Santa en Villa de Tezontepec, con las que se espera atraer a unos 10 mil turistas y visitantes este año.
Pero además, la “bajada del Ángel” constituye un acto de suprema fe de los padres de familia del “ángel” en turno –un niño de entre cuatro y cinco años que “baja” de una altura de 30 metros-, y una enorme responsabilidad para quien sostiene las cuerdas del arnés que sostiene al infante en su bajada desde el campanario hasta el piso.
Esta representación del pasaje bíblico del ángel que baja tras la muerte de Jesús, tendrá lugar este año la noche del sábado 31 de marzo.
En esa ocasión no sólo capturará la atención de los visitantes el arrojo de los adultos que “bajan” al ángel, sino además, un espectáculo de luz y sonido preparado para la ocasión.
Las actividades de Semana Santa iniciarán en este municipio a partir del jueves próximo, y se extenderán hasta el domingo de resurrección, el uno de abril, y estarán llenas de vistosidad y realismo.
Aceptan los organizadores, sin embargo, que es la bajada del ángel lo que captura más la atención de los presentes.
Una representación nada fácil: se cuenta con tres pequeños para realizar este papel: el “angel” del año anterior, “que ya tiene experiencia”, el elegido para este año y un tercero, por si los otros dos se echan a llorar.
“Lleve su torta, joven”
Las representaciones de la Pasión de Cristo resultan muy atractivas para propios y visitantes, pues en ella participan decenas de vecinos de este municipio, que se preparan con meses de antelación, tanto para la representación de su papel como en la elaboración de los ropajes y el escenario.
Atraen una nutrida afluencia que se espera sume unas 10 mil personas este año, la que llega al poblado “de las tortas”, pues se comenta con orgullo, el grueso de los “torteros” en la Ciudad de México y los creadores de la “super torta”, son oriundos de Villa de Tezontepec.
Dicho poblado se ha venido preparando además, de varios años a la fecha, para recibir la denominación de Pueblo Mágico.
Son famosos además su talabartería, que abarca desde prendas de vestir, calzado cinturones y mobiliario forrado en piel, hasta su tianguis dominical y la venta de barbacoa de carnero.