Caro, seco, chiquito y feo en general. El popular limón se cotizó en los últimos días con precios de entre 36 y 42 pesos el kilogramo, mientras que en la Central de Abastos se vendió en 28 pesos, “pero más feo, aún”, de acuerdo a los consumidores.
El precio del popular limón agrio se disparó en los primeros dos meses del año en un 72%, reportó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que alcanza hasta los 57 pesos el kilo en la Ciudad de México, 16.50 pesos más caro que en el mes de diciembre pasado.
Sin embargo este año el cítrico no ha alcanzado el precio que registró en marzo del 2017, cuando alcanzó los 69 pesos el kilogramo.
En plena temporada de calor, cuando se antojan las limonadas con abundante hielo, los platillos secos como el ceviche, el pescado fresco o la sardina enlatada, o el salpicón, con abundante limón, resulta que éste se ha convertido en un alimento para bolsillos abultados.
“¡Yo no voy a pagar 42 pesos por un kilo de limones! ¡Está carísimo!”, se queja la señora Socorro Quijano, quien este fin de semana realizaba sus compras en una tienda de autoservicios en la plaza comercial Gran Sur.
Un encarecimiento del cítrico que se refleja en estos días en las taquerías, marisquerías, restaurantes y hasta puestos de antojitos como esquites y elotes, en donde se sirven recipientes con minúsculos trozos de limón.
“Es que no solo está caro… está seco, muy pequeñito”, se quejó Raúl Meléndez, quien tiene un puesto de tacos en la colonia Juan C. Doria, y se abastece de limones en la Central de Abastos.
En los mercados del centro de Pachuca el kilogramo de limones se vende en 35 pesos, en promedio, pero en mercados de colonias como Juan C. Doria o Aquiles Serdán, el precio alcanza los 38 y hasta 40 pesos.
En lugar de limón… ¡piña!
En contraste con lo que ocurre con el limón, una sobreproducción de piña desplomó el precio de este alimento, que se había encarecido en el segundo semestre del año pasado.
En estos días recorren las colonias camionetas cargadas de piñas que ofrecen dos piezas de buen tamaño por 30 pesos, o tres pequeñas por 25 pesos.
“Ahorita hay que preparar agua de piña… de limón, ni pensarlo, ¡esta muy caro!”, comentan las amas de casa al recorrer los pasillos de la Central de Abastos, en donde los grandes montones de limón a la vista del público se han reducido significativamente.
“¿Pero pescado frito sin limón? No, pues a pagarlo”, afirmó Luz Elena Gómez, quien lamentó que además de caro, “está seco y feo”.