La Profepa informó que realizó una inspección al zoológico Nicolás Bravo, situado en el municipio de Tulancingo, en seguimiento a las denuncias por presunto maltrato de animales y por al ataque ocurrido el pasado 17 de marzo de 2018, en el que un león provocó la muerte de un cuidador del lugar.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente indicó que en atención a la información difundida en medios de comunicación, donde se aseguraba que en el lugar se maltrata a los animales y existe negligencia en el manejo de los ejemplares, inspectores de la Profepa realizaron una visita de inspección al “Parque Zoológico Nicolás Bravo”.

También acudieron a revisar alguna otra situación irregular relacionada con el cumplimiento de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), en este parque zoológico que tiene el número de registro INE/CITES/DGVS-ZOO-E-0004-01-HGO, y se encuentra localizado en la Calle Pleasenton S/N, Colonia Lindavista, en Tulancingo de Bravo.

En la diligencia, el responsable técnico del lugar explicó los pormenores del accidente en que perdió la vida un cuidador, manifestando que la persona que falleció, realizaba la limpieza del recinto donde se albergan los felinos, el cual se compone de un área de cuarto de noche de 2.25 metros de ancho por 6.10 metros de largo, 3.10 metros de alto; y área de exhibición de 14.40 metros de ancho por 6.10 metros de largo por 3.10 metros de alto.

El personal de la Procuraduría revisó que la zona está construida a base  de material de fierro y malla ciclónica, tiene una puerta de guillotina que divide las dos áreas, y que cada una de ellas tiene doble puerta de acceso.

En el recinto se encuentran dos ejemplares de león africano (Panthera leo) macho y una hembra; observando que el encierro se encuentra en buenas condiciones.

El lugar donde están los leones no presenta aberturas ni orificios que puedan ocasionar la fuga de los felinos, y la guillotina funciona correctamente al igual que las puertas de acceso.

Se constató que el encierro se encuentra limpio y los animales en buenas condiciones de carnes, con pelaje brillante y sin laceraciones; concluyendo que no se observan faltas al trato digno y respetuoso de los animales.

El personal registró que el zoológico cuenta con el equipo de contingencia, haciendo notar que el día de lo sucedido se utilizaron  dardos tranquilizantes, desafortunadamente no fueron suficientes para ahuyentar al felino y evitar la muerte del trabajador.

Los inspectores federales también verificaron el sistema de marcaje de los dos ejemplares, mismos que corresponden a los números: AVID*008*349*365 y AVID*008*351*599.

De acuerdo a lo observado por los inspectores, el incidente pudo deberse a un error humano, atribuible a la falta de precaución del cuidador que presuntamente olvidó cerrar desde el exterior la compuerta o guillotina que separa la sección donde se les dan los alimentos a los animales del resto de la jaula.