La practicidad se impone sobre la tradición y lo superfluo en la próxima celebración del Día de las Madres, sobre todo entre mujeres jóvenes que buscan “hacer rendir al máximo el dinero” y que prefieren se gaste en un calentador solar que en una comilona familiar en un costoso restaurante.

Lo anterior se desprende de una consulta entre madres jóvenes, que aceptaron comentar qué pedirán como obsequio este próximo 10 de Mayo.

¿Yo?… ¡avanzar con mis bardas! Ya tenemos lo más necesario en casa, así que me preocupa la seguridad. Comenzamos a levantar las bardas pero se nos acabó el dinero el año pasado, así que hemos venido ahorrando y ahora prefiero que gastemos en terminarlas. Ya compraremos un pastelito, algo muy sencillo, para festejar”, asegura Nohemí Hernández, vecina de la colonia El Saucillo, quien tiene ocho años “de feliz matrimonio”.

Pues me dieron a elegir: ropa, un perfume bueno o una comida en un restaurante y sin duda elegí: ¡un calentador solar! Es que el gas está carísimo y ¡hay que ser prácticos, le dije a mi marido! No son tiempos para flores ni aretes”, dijo Juliana Gómez, vecina del fraccionamiento Chavarría, quien dijo “somos afortunados, los dos trabajamos, ya nos hicimos de una casita, ¡pero hay tanto que hacerle!”.

Una bicicleta, jajajaja. ¡De verdad! Eso quiere mi mujer, una bicicleta. Ya vi unas en Aurrerá de mil pesos, y es lo que voy a regalarle. Le voy a mandar soldar un asientito para nuestro bebé, de dos años, y así podrá recorrer la colonia”, comentó a su vez Saúl Gutiérrez Nájera, vecino de la comunidad de Téllez.

Pues no sé qué comprarme, yo, porque soy madre soltera, pero creo que mejor voy a mandar a reparar la lavadora de mi mamá, que anda fallando, y es en la que lavamos todos la ropa”, aseguró a su vez Saraí Martínez, vecina de la colonia Juan C. Doria, quien con un hijo de tres años de edad, la joven considera que “ya habrá tiempo para viajar, para llevar a mi hijo a la playa, para comprarme un coche, que son mis planes”.

Mis hermanos y yo pensábamos llevar a cenar a mi mamá y a mi abue ese día, pero se provocó un corto circuito que quemó media instalación eléctrica de la casa, así que ni modo, nos gastamos lo que veníamos ahorrando para el festejo en arreglar la luz. ¡Ellas estuvieron de acuerdo!”, afirmó Vanessa Robles, vecina de la colonia Aquiles Serdán.

Yo ya la le dije a mi marido: nada de regalos, arréglame el coche. Las flores las voy a disfrutar unos días; una comida, un rato, pero con mi carrito ando de arriba para abajo con mis hijos y para vender mis productos”, afirma Nayeli Gómez, vecina de la colonia Forjadores de Pachuca y vendedora de productos por catálogo.

De plano yo ya le dije: si me vas a regalar algo, que sea un closet. Es que en estas minicasitas no cabe nada y es difícil mantener ordenada la ropa”, comentó a su vez Lucía “N”, quien recientemente llegó a vivir al fraccionamiento Paseos de la Plata.

Esta practicidad materna puede ser comprobada con facilidad al consultar estos días con mecánicos, carpinteros, albañiles, técnicos en lavadoras y refrigeradores, etcétera; coinciden todos en estar saturados de trabajo.