La irrupción de las computadoras en la vida cotidiana, nos sorprendió con las operaciones, cada vez más complicadas que podían hacer, con su capacidad de memoria y la rapidez de ejecución de los programas. Esta tendencia no ha hecho más que acrecentarse hasta el día de hoy, incorporando a dispositivos como los teléfonos celulares que ya forman parte de la vida de miles de millones de personas en el mundo. Los programas, aún los más sofisticados, contemplan una serie de posibles vías de acción que se ejecutan cuando se cumplen ciertas condiciones. Quienes hicieron los programas analizaron el problema a resolver según todas las alternativas posibles y dispusieron cuál sería la respuesta ante cada opción.
Esto está cambiando con la inteligencia artificial, donde el software “aprende” por la experiencia y va siendo cada vez más experto en el desarrollo de sus actividades. Así, cada vez es más difícil que un ser humano derrote a un dispositivo provisto de inteligencia artificial: ajedrez, damas y go son algunos juegos donde los triunfos de las computadoras son cada vez más frecuentes.
Una historia interesante ha surgido en relación a DeepMind Technologies Limited, una empresa de inteligencia artificial adquirida por Google. La empresa ha creado un programa que aprende a jugar video juegos de forma similar a como lo hacen los seres humanos. En el juego Gathering donde se enfrentaban dos competidores provistos de inteligencia artificial buscando recoger la mayor cantidad de manzanas, el comportamiento de ambos competidores fue “normal” mientras había suficientes manzanas para recoger. Cuando éstas comenzaron a escasear, su accionar se tornó agresivo y los competidores usaron “rayos láser” para dejar al adversario fuera de juego, había surgido un comportamiento egoísta para anular al otro y acumular todas las manzanas. Otros juegos como Wolfpack que favorece la cooperación para obtener un mayor beneficio, resultan en un comportamiento menos agresivo. ¿Qué ocurrirá si dos sistemas de inteligencia artificial están en la vida real a cargo de intereses en competencia? ¿Una guerra total?
Otra historia es la siguiente: en la Universidad Tecnológica de Georgia, donde se desarrollaba un proyecto, financiado en parte por Facebook, que buscaba hallar nuevas tácticas de negociación usando inteligencia artificial, ocurrió algo inesperado. El proceso tuvo que ser interrumpido cuando los investigadores se percataron de que los “agentes negociadores” ¡habían desarrollado un nuevo lenguaje, casi imposible de descifrar!
La inteligencia artificial traerá sin duda grandes ventajas en algunos campos, y grandes problemas en otros, como ocurre con la inteligencia humana. Seres humanos de gran inteligencia como el recientemente fallecido Stephen Hawking han advertido sobre esto último. ¿Serán tomados en cuenta?