Frenar la venta de 12 millones de litros diarios de “fórmulas lácteas” que simulan ser leche, y que han provocado la pérdida de 650 mil establos y más de un millón de empleos en el país, exigió el Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche a las autoridades de Salud y Economía.
El presidente de esta organización, Álvaro González Muñoz, respondió también así a los grandes envasadores de leche en el país, que sí han sido invitados a participar en las negociaciones de los tratados comerciales con América del Norte, Europa y el Pacífico, y que “están utilizando como moneda de cambio al sector productivo de leche fresca”.
Respondió así a lo planteado en días pasados por Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lechería “y socio de Alpura”, en la presentación de lo que será el Tercer Foro Nacional de Leche, en el sentido de que México tiene la capacidad para alcanzar la autosuficiencia en producción y consumo de leche, pero se requieren políticas públicas que estimulen la asociación de los productores del sector, programas de fomento a la producción, capacidades tecnológicas y ordenamiento de mercado, además de políticas espejo que permitan competir en igualdad de condiciones con otros países.
Para Gonzalo Muñoz, los envasadores de leche quieren dar la impresión de que defienden el consumo de leche fresca, para luego “importar leche deshidratada y sueros lácticos y vender como leche lo que no lo es”.
Afirmó el productor que “lo que nosotros exigimos es que el gobierno debe condicionar que primero se consuma la producción nacional, que garantice una sana nutrición y desarrollo, y no poner en riesgo la salud de los mexicanos”.
Recordó el productor que en 1993 se importaban 21 litros de leche deshidratada por persona al año, “y actualmente se importan 50 litros”, no obstante que de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana (NOM), no se trata de leche auténtica.
En su exposición, Gómez Cobo afirmó que el desconocimiento del sector de los lácteos y la falta de cumplimiento de compromisos por parte de las autoridades gubernamentales, ha provocado no sólo el estancamiento sino la desaparición de alrededor de 10,000 unidades de producción lechera en lo que va del sexenio, situación que se empeora con la integración de México a los acuerdos comerciales del TPP y la Alianza del Pacífico.
De acuerdo con el presidente de la Federación Mexicana de Lechería, tan solo en Jalisco y La Laguna se producen más de 20 millones de litros diarios, pero se cuenta con capacidad por sus suelos y condiciones climatológicas, para que en otras zonas del país se produzcan 10 millones más, tomando en cuenta que existe una capacidad ociosa del 15% de los que actualmente están produciendo, y 15% más que están completamente vacíos y que se podrían entrar en operaciones, con lo que la producción nacional de leche podría incrementarse en 35% en tan sólo 5 años.
A esto, González Muñoz respondió que de pagar las empresas envasadoras de leche un precio justo por el lácteo, entonces podrían alimentar a los mexicanos con auténtica leche, “pero les resulta mucho más redituable elaborar su fórmulas lácteas o derivados lácteos, que comprar leche fresca y envasarla”.