Interpretar la veda electoral no es fácil, como tampoco lo son las leyes fiscales, las laborales, la normatividad ambiental o la operación de los parquímetros para los usuarios poco frecuentes.
Sin embargo, esta prohibición de ensalzar actividades gubernamentales de manera que se entienda que son posibles gracias a un determinado partido político, o para demostrar que X instituto político sí cumple sus ofertas de campaña, definitivamente no está bien entendida.
En las últimas semanas, por temor, y hasta terror, de contravenir la veda electoral, los funcionarios estatales y municipales –quienes debieran haber asistido a los cursos que ofreció el INE sobre delitos electorales-, han interpretado la veda como desaparecerse del mapa.
Han desaparecido del escenario público incluso aquellos que tienen a su cargo servicios preponderantes como la gobernabilidad de los gobiernos estatal y municipal, las finanzas, la economía o la seguridad pública.
Se ha convertido en un auténtico misterio información elemental como el trabajo que se realiza para activar la economía en el estado, sobre la aplicación y avance en la ejecución de los recursos presupuestales en obra pública, sobre el trabajo para ofrecer más y mejores servicios públicos. ¡Hombre!, dejaron de asistir alcaldes a conferencias de prensa para promocionar ferias patronales, “por la veda”.
En municipios como Tulancingo se multiplican los accidentes viales por la grava suelta en obras de encarpetamiento, o en Cuautepec, Atotonilco de Tula o en El Arenal se producen se producen explosiones e incendios por perforaciones a ductos de Pemex, y los alcaldes y funcionarios de alto nivel, “en veda electoral”.
Es evidente que el estado no está paralizado, aunque así parece; que los secretarios, subsecretarios, directores de área, delegados federales y presidentes de organismos descentralizados siguen trabajando… así lo esperamos los ciudadanos.
Pero es de pedirles que no se confunda el venir a Pachuca a promocionar el muy atractivo Festival de Bandas de Viento, en una conferencia de prensa, con violar la veda electoral. (Por cierto, ¡riquísimo el zacahuil! Gracias).
Y es que la imagen que se da es de inmovilidad de la autoridad, de dejar hacer en momentos en que los municipios, el estado, el país, reclaman lo contrario; cuando se quiere conocer cómo se viene trabajando para impulsar un mayor crecimiento económico, más atracción de inversión extranjera directa, más inversiones locales, más generación de empleos, más seguridad y tranquilidad política, más y mejores servicios y obra pública.
Me decía un ex jefe de prensa de grandes ligas que llegó a Pachuca hace unas décadas, en relación a la actividad política: “en Hidalgo, hasta el más chimuelo mastica clavos”.
Y eso es cierto… así que extraña el que se malinterprete la veda electoral y se dé una imagen de inmovilidad, o un simple comunicado en donde se informa de que tantos alumnos de una institución educativa concluyeron sus estudios, incluya la leyenda de “Esta información no debe ser utilizada con fines electorales”.
¿Pues no que aquí, sin dientes, masticamos clavos?
A lo mejor se necesita que el INE refuerce sus acciones para difundir entre los actores políticos, los gobernantes en funciones, qué es la veda electoral, y explicado con manzanas, ponga fin a las malas interpretaciones. No dudamos que muchos experimenten el temor, o terror, de caer en violaciones a la misma, pero tampoco que haya quienes la aprovechen como temporada de relax.